El regreso liberal
Mark Lilla
2 de abril de 2024

Ed. Debate, 160 pp. (2019)
Mark Lilla

La cita que da la bienvenida al libro resume de manera concisa el mensaje principal que quiere hacernos llegar Lilla, catedrático de Humanidades en la Universidad de Columbia: “Podemos y debemos ser un partido que se preocupa por las minorías sin convertirnos en un partido de las minorías. Ante todo somos ciudadanos.” Edward M. Kennedy, 1985. Para Lilla, el partido demócrata norteamericano se ha convertido en los últimos años, precisamente, en aquello contra lo que alertaba el senador Kennedy en los años ochenta: un partido de minorías. Esta corriente no es exclusiva de los Estados Unidos. Las recientes elecciones en el Reino Unido nos han dejado exactamente la misma imagen del partido laborista, con spots de campaña dirigidos exclusivamente a satisfacer el reconocimiento de distintas minorías. Según Lilla, los políticos progresistas, al promover este tipo de políticas, han provocado que se haya diluido la noción de lo que compartimos como individuos y lo que nos une como nación. El centro del liberalismo progresista norteamericano ha pasado de la comunidad a la diferencia, a los grupos particulares, a las minorías tradicionalmente excluidas. No siempre fue así, Roosevelt o el propio John F. Kennedy presentaban un Estados Unidos en donde los ciudadanos estaban implicados en una empresa colectiva para protegerse unos a otros frente al riesgo, la miseria y la negación de los derechos fundamentales. Sin embargo, hoy los políticas progresistas en lugar de educar a los jóvenes para que piensen en sí mismos como ciudadanos con deberes unos con otros, les animan a que desciendan hacia la madriguera de la identidad. Para Lilla, la historia del liberalismo de la identidad es la historia de una renuncia, un giro hacia el interior de uno mismo, pero también una forma de alejarse del contacto con buena parte del país. Lilla invita a los liberales progresistas a bajar del púlpito y a visitar lugares donde no hay wifi, el café es malo y no hay fotos que subir en Instagram. Es la única manera de rehacer un “nosotros” que les permita ganar las próximas elecciones.

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