Informe- Un análisis de las exacciones patrimoniales temporales a energéticas y entidades y establecimientos financieros de crédito
25 de julio de 2023

Extracto del prólogo de Julio Pomés

La perversión del lenguaje: un sarcasmo insufrible

Tan solo unas líneas para presentar la intencionalidad del Informe. Un análisis de las exacciones patrimoniales temporales a energéticas y entidades y establecimientos financieros de crédito, que el profesor Clemente Polo ha elaborado para la Fundación Civismo.
El estudio trata de alertar a la sociedad civil, ante la mayor agresión fiscal que ha sufrido nuestra joven democracia. Nunca las políticas populistas habían sido tan depravadamente confiscatorias. Disfrazan de proteccionismo hacia los desafortunados la incautación de todo tipo de
beneficio, sea personal o empresarial. El disponer de más recursos públicos para invertirlos en políticas electoralistas prima sobre la viabilidad del país a medio y largo plazo. El Ejecutivo de Sánchez ha puesto la legislación fiscal al servicio de los intereses del partido socialista, en lugar de priorizar el bien común de toda la nación. Resulta impresentable que la única obsesión del presidente del Gobierno sea permanecer otra legislatura más, aunque sea a costa de dejar varada la economía nacional para varios años. El deber a utilizar denominaciones claras y veraces ha sido vulnerado por el Ministerio de Hacienda. Es patético en retorcimiento de los términos
lingüísticos a la hora de justificar lo inicuo. Cuando todo vale para aumentar la recaudación, lo que se consigue es provocar la resistencia de los contribuyentes a aportar al fisco, porque se sienten engañados. Cuando un presidente del Gobierno miente, el resultado es nefasto para el país, pero cuando la hace la autoridad fiscal, e intenta confundir a las personas que más valor generan para el país, el resultado a la larga es ruinoso, porque de un lado, el capital nacional se deslocaliza a otros territorios de la Unión Europea y el foráneo no se arriesga a venir.
El presente informe va más allá de denunciar la suicida política fiscal que practica el Gobierno de Pedro Sánchez. También intenta explicar la mordacidad del relato que la titular de Hacienda emplea. La ministra desconoce que los contribuyentes no somos tan lerdos como ella se piensa, por lo que el enojo de que nos traten como tales resulta imperdonable.
Nadie invierte en un país donde generar riqueza y empleo se castiga como si se estuviera robando a los más desafortunados. Quien genera valor en esta nación está bajo la sospecha a los ojos del Ejecutivo de ser un ladrón insolidario. Puede parecer que estoy siendo muy agresivo en este prólogo, pero la lectura de este breve ensayo demostrará que la conducta de la autoridad fiscal es merecedora de la contundente crítica que aquí se formula.
A fin de que no se me acuse de alarmista, expondré algunas pruebas del intento de engaño al que nos someten, sin perjuicio que el autor del informe las desarrolle más adelante.

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