Necesitamos un modelo político en el que la sociedad civil, titular del poder, disponga de instrumentos efectivos para controlar sus representantes y frenar la lógica expansiva del Gobierno.
Coincidencia táctica entre Gobierno e independentismo
A lo largo de la historia son pocas las ocasiones en que posturas tan irreconciliables, como las que mantiene el Estado español y los separatistas catalanes, pueden coincidir tácticamente. Este hecho, sin precedentes, es obra de nuestro imaginativo presidente del...
Desarrollo sostenible vs. Fundamentalismo ecologista
Los ecologistas gozan en nuestra sociedad de un prestigio y una influencia que no les corresponde por representatividad, como se demuestra cada vez que se presentan a las elecciones, ni por sabiduría y sensatez.
¿Por qué es posible la NBA en EEUU y la Superliga es imposible en Europa?
Europa está secuestrada por una clase burocrática improductiva que, instalada en su zona de confort, detesta la competencia. Estos parásitos son los culpables de que la cuna del individualismo y el liberalismo se precipite hacia una sociedad colectivista. Su...
Exprópiese
Los parasitarios estatistas son consciente de que su éxito no descansará en su capacidad para crear ningún tipo de idea o producto.
El problema de los equidistantes en Cataluña
Desde la Transición, lo único que ha frenado al fanatismo identitario ha sido el procesamiento de los responsables del golpe de 2017, a pesar del intento por parte de los “equidistantes” de rebajar sus consecuencias.
La necesidad de controlar el poder fiscal del Estado
Los políticos orientan sus actuaciones a los votantes que, como ellos mismos, dependen económicamente del Estado, ofreciéndoles recursos a cambio de apoyo electoral. Esto implica un progresivo incremento de los tributos, que, a su vez, reduce la parte productiva del país, hasta el colapso definitivo.
Sociedad civil: el “demos” organizado. El mecanismo más eficaz en el control del Estado
La necesidad del Estado en las sociedades modernas tan solo puede compararse a la necesidad de su control. Por ello, la sociedad democrática, además de “abierta”, es decir, “que pone en libertad las facultades críticas del hombre”, ha de ser “multipolar” en la competencia por la primacía de las ideas y el acceso al ejercicio del poder del Estado.