El CASME (Centro de Análisis de la Sostenibilidad del Modelo Económico) de la Fundación Civismo ha publicado un informe elaborado a partir del análisis de economistas, que releva que los sistemas de bienestar social, si no están correctamente diseñados, pueden generar efectos adversos sobre la participación laboral. En el caso español, el estudio pone de relieve cómo ciertos subsidios y prestaciones pueden igualar o superar los ingresos del trabajo formal, debilitando los incentivos para reincorporarse al mercado laboral.
El sistema actual de subsidios, combinado con el efecto del salario mínimo y el peso de la economía sumergida, ha creado un entorno en el que no trabajar puede ser más rentable que trabajar formalmente. El informe publicado por la Fundación Civismo llama a un rediseño de las políticas laborales y sociales, que logre un equilibrio entre la protección social y los incentivos para trabajar, fomentando la inclusión en el mercado formal y el uso eficiente de los recursos públicos.