La aprobación de una profunda liberalización comercial en la Comunidad de Madrid generó un intenso debate entre los partidarios de la flexibilización económica y los defensores de un modelo más intervencionista. ¿Apoyaba el nuevo marco el desarrollo del empleo en los comercios de la región o, por el contrario, la liberalización era un salto al vacío?
Como suele ocurrir con los grandes debates económicos, el paso del tiempo ha permitido observar la evolución del sector tras la aprobación del nuevo marco regulatorio. La conclusión es favorable a las tesis liberales, ya que, entre el segundo trimestre de 2012 y el segundo trimestre del presente ejercicio, Madrid ha experimentado una intensa creación de empleo en su sector comercial.
En concreto, el volumen de ocupación registrado en este ámbito ha vivido una expansión del 6,6%. Este aumento se ha traducido en la creación de 44.800 empleos, una cifra muy significativa que supone alrededor de un tercio del total observado en las diez regiones que sí han vivido una creación neta de empleo en el sector comercial.
Modelo de éxito de Londres y Milán
Según explica el think tank Civismo, “ya hace un año se evaluaron los resultados de esta política, apuntándose entonces que abrir más domingos o más horas cada día estimula el negocio”. El turismo, tan importante para la economía española, juega aquí un rol crucial, pues el flujo de visitantes se combina con la flexibilidad horaria para completar un círculo virtuoso que beneficia notablemente a los trabajadores del sector comercial.
De acuerdo con Civismo, esta apuesta ya ha sido desarrollada con éxito “por parte de referentes internacionales como Londres o Milán, ciudades capaces de atraer a consumidores de todo el continente. En un mercado en expansión pueden ganar todos los comerciantes”.
La Comunidad Valenciana sigue el ejemplo
Pero hay más. Los buenos resultados que cosechó desde el principio la flexibilización de horarios comerciales aprobada Madrid animó a otras regiones a adoptar normativas similares. El ejemplo más llamativo es el de la Comunidad Valenciana, donde la desregulación fue notable, aunque quedó limitada a zonas turísticas.
¿Qué resultado ha tenido esta medida aperturista? Los datos de empleo son reveladores: los comercios de la región han visto aumentar su número de trabajadores en un 7,1%, lo que equivale a 39.900 puestos de trabajo más.
Hecatombe en Cataluña y Andalucía
Madrid y la Comunidad Valenciana no son las únicas regiones que se han beneficiado de la liberalización. En otras autonomías como Murcia, Galicia o La Rioja vemos igualmente que sus normas flexibles se traducen en un aumento del empleo:
En la Región de Murcia el aumento ha sido del 6,5%, lo que se traduce en la creación de 10.100 puestos de trabajo.
En Galicia el aumento ha sido más discreto, pero llega al 0,7% e implica una ganancia de empleo neto de 1.900 puestos de trabajo.
En La Rioja la subida es muy significativa, pues llega al 13% y supone un aumento del empleo comercial que beneficia a 3.500 trabajadores.
También en otras autonomías encontramos motivos para el optimismo. Extremadura, Baleares, Aragón, País Vasco y Asturias también registran datos positivos en este ámbito, mientras que las malas noticias llegan en los dos grandes feudos electorales del PSOE: Cataluña y Andalucía.
En el caso de la región que hoy gobierna CIU, la caída experimentada es del 0,8%, lo que supone una destrucción de 6.500 puestos de trabajo. Por otro lado, en el caso de la autonomía que preside Susana Díaz, la caída llega al 2,6% lo que supone la desaparición de 22.000 empleos. Hablamos, en ambos casos, de territorios en los que la libertad comercial está notablemente limitada por la normativa autonómica vigente.