Durante los últimos meses hemos asistido a una cascada de fingidos lloriqueos por parte de las comunidades autónomas al Ministerio de Hacienda. «Si no hay más dinero –aducen–, hay que recortar en servicios sociales, y es mejor elevar el déficit antes que quitar dinero de la educación y de la sanidad». Aunque este argumento puede parecer convincente al ciudadano que lleva seis meses en la lista de espera de una cirugía, se desmonta fácilmente cuando se analizan los presupuestos al detalle. En primer lugar, porque las CCAA gastan más que antes de la crisis. Además, muchas renuncian a utilizar conciertos con empresas privadas que podrían mejorar los costes y la calidad del servicio. Por último, en el último año se han lanzado a contratar personal compulsivamente. De hecho, ¿cómo es posible que el agujero financiero de las CCAA no se reduzca a pesar del fuerte crecimiento del PIB en 2015 (un 3,2%, el doble que en Europa), que ha impulsado la recaudación de impuestos?
No es casualidad que el gasto en personal se haya disparado en año electoral. Al motivo legítimo de prestar un mejor servicio, se añade el de colocar a los favoritos del partido de gobierno, en previsión de que pueda perder el poder, o de meter a nuevos enchufados, en caso de que cambie el Ejecutivo. De hecho, de las cinco comunidades que más han incrementado sus gastos de personal en 2015, tres están presididas por «gobiernos del cambio» (PSOE apoyado por Podemos). Se trata de la Comunidad Valenciana (que incrementa sus gastos de personal un 6,6% entre 2014 y 2015), Baleares (5,4%) y Castilla La Mancha (4,4%). Además, también copan las primeras posiciones Cataluña (9,2%) y Andalucía (4,5%). Se trata, no obstante, de una enfermedad muy extendida, ya que no hay ninguna región que haya reducido sus gastos de personal en el último ejercicio. De hecho, varias de ellas (Murcia, Aragón, Madrid o Extremadura) los han disparado por encima del crecimiento del PIB nacional. Escándalos como los 18.000 empleados públicos de la Junta de Andalucía «mano sobre mano» crispan a los contribuyentes que en estos días cumplen con Hacienda. Cada vez somos más los que creemos que pagamos más de lo necesario porque se despilfarra demasiado.
Además, todo apunta a que esta tendencia va a continuar a lo largo de 2016, ya que la contratación se ha seguido acelerando en el primer trimestre del año, de acuerdo con los datos de la Encuesta de Población Activa publicada el pasado jueves. En concreto, las CCAA crearon 37.900 empleos públicos en el primer trimestre del año, prosiguiendo una evolución ascendente que se inicia en el primer trimestre de 2015. Así, a lo largo de estos 15 meses, el empleo público se ha incrementado un 3,1%, lo que supone la creación de 90.800 empleos públicos. Las regiones donde más destaca el aumento de la ocupación son Canarias (sube un 15,2%), Extremadura (12,1%) y Baleares (7,5%), seguidas de Asturias, Andalucía, Cataluña, Cantabria, Castilla-La Mancha y Aragón. En sentido contrario, sólo hay cinco comunidades donde la cifra de empleados públicos se reduce: Madrid, Castilla y León, Murcia, Navarra y La Rioja. Además, estas cifras dejan en peor lugar a los gobiernos autonómicos cuando los ayuntamientos y la Administración Central pierden 60.900 empleos en el último año. ¡Qué pena, que no conste el desglose del organismo de que dependen (Estado, C.A y ayuntamiento) estos funcionarios públicos de cada comunidad autónoma!