Ayer se publicaron datos muy positivos sobre la situación de la economía española. El INE dio a conocer el dato adelantado de Contabilidad Nacional del primer trimestre y la evolución de los precios de consumo en abril. Por su parte, el Banco de España publicó la balanza de pagos de enero y febrero. Además, este miércoles se publicaron los Índices de Comercio al por menor de marzo. Todo ello confirma que la economía española crece con fuerza en el arranque de 2015 gracias a la demanda interna y las exportaciones. Cada vez hay menos dudas de que el fuerte aumento de las exportaciones que se produjo en la crisis tuvo un componente estructural (las exportaciones vinieron para quedarse). Efectivamente, ahora que la economía crece a un ritmo mayor, las exportaciones aumentan y el déficit comercial se reduce.
Este buen comportamiento del sector exterior ha ayudado a que los datos de la Contabilidad Nacional del primer trimestre sean muy positivos. El PIB aumentó un 0,9%, continuando así una tendencia creciente que comenzó en el tercer trimestre de 2013, hace ya casi dos años. En términos anuales, el PIB aumentó un 2,6%, el ritmo de crecimiento más rápido desde que comenzó la crisis. Si esta tendencia continúa, esperamos un crecimiento del PIB para 2015 que podría superar el 3%, por encima, por tanto, de lo previsto en el cuadro macroeconómico aprobado ayer en el Consejo de Ministros.
Aunque habrá que esperar al 28 de mayo para conocer los datos detallados de la Contabilidad Nacional, los datos de coyuntura de que disponemos permiten adelantar que el crecimiento del PIB del primer trimestre se ha debido al aumento de todos los componentes de la demanda agregada: consumo de las familias, gasto público, inversión en bienes de equipo y en construcción y exportaciones de bienes y servicios.
En el primer trimestre de 2015, según la Agencia Tributaria, el gasto público creció un 2,6% con respecto al primer trimestre de 2014, debido al mayor desembolso con motivo de las elecciones y a la financiación de comunidades y ayuntamientos. Desgraciadamente, durante este año los necesarios ajustes del gasto que deberían seguir haciendo las Administraciones Públicas se paralizarán; es decir, el consumo público seguirá aumentando en los próximos trimestres debido a que 2015 es un año electoral.
El consumo de los hogares también aumentó por séptimo trimestre consecutivo. Los datos publicados el miércoles por el INE muestran un aumento en el mes de marzo del comercio minorista del 2,8% anual (desestacionalizado). Tendencia que parece que seguirá en el futuro.
En cuanto a la inversión, la tendencia seguirá siendo creciente. Precisamente ayer conocimos los datos de Eurostat referidos a la confianza de los empresarios. En el mes de abril, las expectativas sobre la evolución de la economía española son de las mejores de la Unión Europea. Por encima incluso de Alemania, Francia, Italia o Portugal y ligeramente por debajo de Reino Unido.
Según el Banco de España, durante los dos primeros meses del año las exportaciones de bienes y servicios crecieron con fuerza: un 3% frente al mismo periodo del año pasado. Como consecuencia, la balanza de pagos publicada ayer muestra que la cuenta corriente acumuló entre enero y febrero un saldo negativo de 2.500 millones de euros, menor, por tanto, que los 3.000 millones del mismo periodo del año anterior.
En definitiva, parece que las exportaciones siguen creciendo por encima de la producción nacional y es de esperar que continúen a ese ritmo durante el resto del año con la ayuda de la depreciación del euro, del mayor crecimiento de nuestros principales clientes y del bajo nivel de precios de nuestra economía.
Los precios de los bienes de consumo siguen disminuyendo y España gana más competitividad. Ayer, el INE avanzó el dato del IPC para el mes de abril que continuó siendo negativo (-0,6%), aunque ligeramente superior al de marzo (-0,7%). Se prolonga, por tanto, la tendencia iniciada hace diez meses de crecimientos negativos en los precios. Además, Eurostat informó de que el conjunto de la zona del euro mantiene la estabilidad en los precios, lo que quiere decir que nuestros precios son cada vez más bajos en comparación con la media de estos países. Una buena noticia para nuestra economía, ya que menores precios suponen una ganancia de poder adquisitivo para los consumidores a la vez que un aumento de competitividad para nuestras exportaciones.
Aunque los precios descienden, no parece que, por ahora, haya síntomas de deflación, ya que el gasto en bienes de consumo duradero sigue aumentando. Es decir, los consumidores no están esperando a ver si continúan bajando los precios para comprar. Así, las ventas minoristas de bienes de equipo del hogar (muebles, electrodomésticos y tecnología) aumentaron un 7% anual desestacionalizado en el mes de marzo.
En resumen, la demanda interna y las exportaciones siguen creciendo con fuerza. Asimismo, este aumento de la demanda interna, en contra de lo que venía sucediendo en otras fases de recuperación, está aumentando el saldo positivo de la balanza de bienes y servicios, tal como ha ocurrido en los últimos años y también en los dos primeros meses del año. Ello se debe a que durante la crisis nuestros empresarios han hecho un esfuerzo importante por exportar y sustituir las importaciones por producción nacional. Precisamente, el crecimiento futuro se debe basar en una exportación estable y creciente.
INVERSIÓN SEGURA
Además, este buen comportamiento de nuestra economía también se pone de manifiesto en el mercado de bonos, donde se refleja la confianza de los inversores en la economía española. Precisamente esta semana el bono a dos años ha cotizado por primera vez a tipos negativos. Esto indica que los bonos españoles son considerados una inversión segura a la que destinar el exceso de liquidez que se está generando como consecuencia de la expansión llevada a cabo por el BCE.
Los tipos de interés de los bonos a más largo plazo siguen cayendo y se sitúan a niveles mucho más bajos que en los peores años de la crisis. Ayer, el bono a diez años se situó en el 1,47% (frente al 7% de 2012) y la prima de riesgo en 118 puntos.
En definitiva, los buenos datos conocidos ayer muestran que la economía española sigue en el camino de una recuperación cada vez más rápida. La velocidad de crucero de la economía, 3,6% anualizada en el primer trimestre, refleja el fuerte aumento del consumo y del empleo. Si a ello se une la mayor capacidad adquisitiva de los salarios provocada por la reducción de los precios de los bienes de consumo, parece que más bien pronto que tarde los ciudadanos acabarán notando en carne propia la mejor situación económica.