¿Es o no es 2015 el año en que España saldrá de la crisis? Dependiendo de los datos y, sobre todo, de la subsiguiente interpretación que les otorguen unos y otros, puede afirmarse que sí o que no. Pero existe un barómetro fiable que indica si se está o no en la senda de la recuperación: el consumo. Nadie gasta lo que no tiene (excepto cuando los bancos se lo fían, aprovechando su optimismo o su miopía, pero ése es otro tema). El consumo constituye cerca del 60% del PIB, por tanto, la economía crece cuando compramos bienes o servicios.
Ya el año pasado España experimentó por primera vez desde el segundo semestre de 2008 tasas de crecimiento positivas. La tendencia ha continuado en 2015. Y ello se debe fundamentalmente a la fuerza motriz clave de cualquier economía: el consumo. La revitalización del mismo se debió principalmente a dos factores que comenzaron a mejorar en el segundo semestre de 2013. El primero, la asistencia del BCE para sanear el sistema financiero español, lo que permitió reducir las restricciones crediticias. El segundo, el aumento de los ingresos por trabajo al aumentar progresivamente el empleo.
Es un hecho que el repunte del consumo se ha consolidado. Si el año pasado experimentó un crecimiento del PIB del 1,4%, según estimaciones, este año alcanzará el 3%. Sin embargo, el consumo ha aumentado de modo muy diferente en las distintas regiones españolas.
Según un estudio del IESE-Business School y Barclaycard que toma como base la Encuesta de Presupuestos Familiares del INE, País Vasco y Navarra son las comunidades que en 2014 contaron con un mayor gasto per cápita en consumo, con 13.313 y 12.599 euros respectivamente. Sin duda, bastante tendrá que ver la bonanza alentada por los beneficios fiscales de que gozan ambas regiones. En el otro extremo de la tabla se encuentran Canarias (8.906) y Extremadura (9.La Rioja). Una España de dos velocidades en la que la palanca de cambios parece ser el criterio geográfico. Mientras que en algunas regiones del norte y en Madrid se mete la quinta marcha, el sur, en cambio, mantiene una marcha mas tranquilona.
Y es que, si la media de gasto per cápita en España era de 10.759 euros en 2014, por encima de esa cifra se encontraban las ya mencionadas País Vasco y Navarra, pero también Madrid, Cataluña, Asturias, Baleares, Cantabria, Aragón y La Rioja. Por debajo quedaban Comunidad Valenciana, Castilla La Mancha, Murcia, Andalucía, más las ya citadas y Castilla y León y Galicia.
Al margen de la geografía, el profesor de la escuela de negocios IESE, José Ramón Pin, apuntaba otra causa en estas diferencias: «Las Comunidades Autónomas más reivindicativas son las que más consumen». El ejercicio de la libertad de los ciudadanos, tan minusvalorado por los partidarios de un Estado paternalista, resulta un ariete eficaz para desembarrancar al país de la atonía económica en la que ha permanecido varado los últimos años. Sin duda, a despecho de lo que puedan hacer los gobiernos de uno y otro color, en nuestros bolsillos está la espita que abre el chorro de la recuperación. La abriremos más si confiamos en nosotros mismos y vencemos el miedo a actuar