Ni los ajustes ahogan el crecimiento, como sostiene Roberto Jiménez, ni el gasto público lo promueve. El presidente de Ineco (Ingeniería y Economía del Transporte, organismo dependiente del Ministerio de Fomento) explicó ayer en Pamplona el secreto
Pablo Vázquez explicó en ayer Pamplona que un ajuste presupuestario no es incompatible con que la economía crezca, ya que si se reduce el gasto público cae la demanda agregada pero se evita el efecto expulsión, es decir, que el Estado capte toda la financiación, desplazando a las empresas privadas. Además, de acuerdo con Vázquez, un ajuste radical de los gastos serviría para dar confianza y reducir los costes de financiación. Eso es lo que mata nuestra economía y no los recortes o el copago, subrayó.
El ex director de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada fue invitado por el think tank Civismo para explicar qué puede hacer el Ministerio de Fomento cuándo no hay dinero. La respuesta de Vázquez: Menos obra y más gestión, orientar Fomento hacia el área de transportes. Mientras en la época del crecimiento, según explicó, se podían construir incluso aeropuertos para paseantes, ahora hay que seleccionar mejor los proyectos. En este sentido, recalcó que la misión del Ministerio es de Pepito Grillo: una oficina independiente que tiene que prever todos los escenarios posibles antes de hacer una inversión, porque, como dice el blog de Fedea, nada es gratis.
En este contexto, la función del sector privado es clave, ya que es quién mejor puede valorar los beneficios. Cuando se presenta un proyecto, hay que dejar que el sector privado te diga si está interesado en financiarlo para saber si es rentable, explicó el economista. Si no, acabamos financiando líneas de AVE donde sería más rentable poner un taxi para que llevara a todos los viajeras, como en Huesca, sentenció. Y la clave para que las empresas privadas puedan aprovechar mejor las oportunidades es liberalizar los sectores que todavía no lo están, porque las empresas, públicas o privadas, tienen que sentir la presión de la competencia para mejorar, subrayó Vázquez.
Vázquez no se mostró tremendista con los errores cometidos: Hay demasiadas infraestructuras que no nos sirven, pero ya están construidas. Ahora hay que ver cómo las podemos reconducir para que sean sostenibles. Aquí apuntó que los aeropuertos pequeños podrían concentrar los vuelos en una franja determinada para ahorrar horas de los controladores o que habría que dar un nuevo impulso al AVE Madrid-Barcelona: El mayor coste es el de la vía. Amortizarla pasa por aumentar el número de trenes al día y la forma de hacerlo es aplicar una tarifa low cost para los trayectos que no usen tanto los ejecutivos como las familias.
El presidente de Ineco destacó que la salida de la crisis depende de que España demuestre que las infraestructuras que ha construido pueden ser sostenibles. En su opinión, si hay que privatizar, no es el mejor momento para intentar hacer caja sino para buscar la eficiencia. Si logramos que nuestras infraestructuras sean sostenibles, los inversores confiarán en que aquí se puede ganar dinero y volverán a invertir en España. De acuerdo con esta idea, apuntó que España no puede perder su ventaja comparativa: Si nos han concedido el AVE de La Meca es porque tenemos la mejor ingeniería, tenemos que exportarla y no exportar ingenieros, que son el capital humano sobre el que tenemos que construir nuestro futuro.