La inestabilidad política, institucional y social que ha provocado el estallido del desafío independentista pasa ya factura económica a Cataluña en forma de sorpasso: la Comunidad de Madrid aporta ya más al crecimiento de la economía española que la región catalana y será la locomotora nacional en 2018, cuando liderará el ranking autonómico en términos de peso sobre el Producto Interior Bruto (PIB).
Las últimas previsiones de Funcas llamaron la atención sobre el fuerte recorte que sufriría el avance de la economía catalana en 2018, cuando pasaría a crecer prácticamente la mitad que este año: del 3,1 por ciento, al 1,7 por ciento. Sin embargo, en el cuadro macro pasó desapercibido que Cataluña dejará de ser la economía que más pesa en el PIB español el año que viene, cuando cederá el puesto a Madrid.
Lo cierto es que el PIB madrileño no ha cesado de ganar peso desde el año 1980 y está a las puertas de superar al catalán en plena crisis política. Esto sucedió puntualmente en 2012 y va a volver a pasar el año que viene, cuando la región que preside Cristina Cifuentes pasará de representar el 19 por ciento del PIB nacional al 19,1 por ciento, al tiempo que la fragmentada Cataluña perderá tres décimas de peso, hasta suponer el 18,8 por ciento de la economía del país, desde el 19,1 por ciento de 2017.
Es más, de las previsiones para este año se deduce que “Madrid ya está aportando más que Cataluña a la tasa de crecimiento de la economía española”, según explica el economista Javier Santacruz, cuyos cálculos cifran la aportación de la región catalana a la tasa de avance anual del PIB en 0,6 puntos, frente a los 0,7 de la autonomía madrileña. Esto se debe a que Funcas estima un crecimiento de Madrid del 3,7 por ciento este año, frente al 3,1 por ciento de Cataluña.
Las cifras se reducen para el año que viene, cuando las Cajas de Ahorros auguran que el impulso catalán se reducirá nada menos que a la mitad, hasta el 1,7 por ciento, mientras que la economía madrileña, pese a perder algo de brío respecto a este año, avanzará casi el doble que la catalana, el 3,3 por ciento.
En este escenario, Madrid se consolidará como la región que más empuja al conjunto del PIB español, con más de 0,6 puntos sobre la tasa anual prevista del 2,6 por ciento. Esta aportación dobla la que Funcas pronostica para Cataluña, de apenas 0,3 puntos, y sitúa a la región de la capital como la primera economía de España en 2018.
No obstante, y a pesar del clima de incertidumbre económica que reina en Cataluña en los últimos meses, con el hundimiento de la inversión extranjera un 75 por ciento ya en los preámbulos del 1 de octubre y la fuga de más de 3.100 empresas desde la celebración del referéndum ilegal, la economía catalana todavía cerrará el año liderando el podio autonómico. Si bien el PIB madrileño hasta el 30 de septiembre superaba al catalán (por apenas 300 millones de euros) para cierre de año las previsiones apuntan a que Cataluña seguirá siendo la mayor economía del país, con un PIB de 221.915 millones de euros, ligeramente por encima de Madrid (220.925 millones).
Daño al crecimiento potencial
No así el año que viene. En 2018 la Comunidad de Madrid se consolidará como la locomotora de la economía española, con un producto bruto superior en 3.000 millones de euros al catalán. En concreto, tras crecer un 3,3 por ciento, la capital ampliará su PIB hasta los 230.228 millones, con lo que se colgará la medalla de oro al mayor peso sobre el total de la economía nacional.
El sorpasso de Madrid a Cataluña tiene una doble lectura. En el corto plazo, es pronto para analizar el impacto de la crisis política. Sin embargo, el efecto de la incertidumbre sobre la actividad económica catalana y el cambio de domicilio social y fiscal de compañías son factores que podrían contribuir a que Madrid se convirtiera en la primera economía de España y se afianzara definitivamente en ese lugar en detrimento de Cataluña.
En este sentido, Santacruz hace hincapié en el daño provocado sobre el crecimiento potencial de la economía catalana. A su juicio, si el próximo Govern no reconduce la situación y continúa la deriva independentista, el impacto será “difícil de reparar”. La clave, para el profesor del IEB, pasa por “recuperar un marco institucional y normativo que dé seguridad jurídica” a los agentes económicos.
Precisamente, en esta misma línea, numerosos informes –e incluso el propio Gobierno– coinciden en que, de “normalizarse” la situación, tanto la economía catalana como la de España en su conjunto podrían crecer el año que viene a tasas cercanas al 3 por ciento.
Pero todo apunta a que los independentistas mantendrán el enfrentamiento con el Estado y la inestabilidad derivada de su agenda política se asentará durante meses en la región, por lo que el coordinador del Departamento de Investigación del IEB, Miguel Ángel Bernal, hace referencia a una cierta “redistribución” de la riqueza en el mapa, en la que las “grandes ganadoras serán Madrid y la Comunidad Valenciana”. No olvidemos que a esta última se han trasladado los dos mayores bancos catalanes, CaixaBank y Sabadell, y Bernal asegura que “hay inversiones que se están yendo masivamente a Valencia”. El mayor riesgo, insiste, se dará cuando “se trasladen centros de producción”.