El coronavirus contagia a la economía española
4 de marzo de 2020

Los medios de comunicación siguen llenando titulares con nuevos casos de coronavirus. La llegada del coronavirus a la península española apenas comienza y ya estamos siendo testigos de la rapidez con la que este virus se expande. La elevada tasa de contagio —superior a la de la gripe común— está provocando un efecto en cadena, el cual ya ha provocado el contagio en más de 120 pacientes en el país.

Una situación que está generando un gran pánico. Y es que, como me gusta decir, creo que la situación del coronavirus debe medirse desde distintas ópticas para hacernos a la idea de lo que realmente representa. De esta forma, no solo podremos situar el fenómeno dentro del contexto sanitario, sino también dentro del contexto económico, los cuales distan mucho entre sí. Y es que, por mucho que tratemos de calmar la situación por el lado de la ciencia y la sanidad, por el lado de la economía la situación es bastante preocupante.

Como decía, desde el punto de vista sanitario, los principales hándicap a los que se enfrenta el coronavirus son el desconocimiento, en primer lugar, así como una elevada tasa de contagio. Hablamos de una enfermedad que, como ya han explicado los expertos sanitarios, se comporta de forma similar a la gripe —a excepción de la tasa de contagio—. La tasa de mortalidad en esta es bastante baja, salvo que la persona que lo padezca, de forma simultánea, presente síntomas previos y patologías que puedan agravar el posible escenario de contagio.

Sin embargo, desde el punto de vista económico la cosa cambia y bastante. El coronavirus, visto desde la óptica económica, es un gran problema para la economía española. Sectores como el turismo, el cual representa cerca del 14,8% del producto interior bruto en la economía española, se están viendo muy expuestos a la situación provocada por el coronavirus. La elevada tasa de contagio ha provocado la paralización de las fronteras, provocando una freno en el tráfico y la movilización geográfica de personas.

Desde este punto de vista, teniendo en cuenta la temporada que se avecina -la semana santa- y el fuerte peso del sector turístico en la economía española, es fácil hacernos una idea del posible impacto del coronavirus en la economía española. Hablamos de un mes muy fuerte para el sector turístico, lo que deja a la economía española completamente expuesta y ante la necesidad de adoptar una serie de medidas y acciones que, por otro lado, se escapan de su capacidad de actuación e intervención.

El coronavirus sigue penetrando en la economía española. Una penetración que no solo provocó la no creación de cerca de 14.000 empleos durante el Mobile World Congress, sino que también tendrá su impacto en un mayor número de empleos, así como en el consumo. Y así lo han avisado los hoteleros. La economía española, además de estar inmersa en esta situación, también atraviesa un escenario confuso y de gran contención en los crecimientos.

El turismo en España ya aporta una cuantía superior a los 150.000 millones de euros. Para el país, este sector se ha consolidado en los últimos años como una de las principales locomotoras económicas en el país. Su elevada capacidad para generar empleo e ingresos lo ha convirtiendo en un sector estratégico. Además, esta temporada de Semana Santa, para el sector, era totalmente crucial. En esta semana, la carga de turistas es bastante superior al resto, pues hablamos de una semana que concentra el 10% de la actividad turística anual en el país, así como un alto porcentaje de los ingresos.

Esta situación, si estamos hablando que en Italia están con las manos en la cabeza y a esperas de una recesión técnica tras la posible contracción durante el primer trimestre, en España debería ser la situación igual de preocupante. Para hacernos una idea, mientras que en Italia se están adoptando medidas para paliar los efectos negativos del sector turístico, con un 6% del PIB supeditado al sector. España, con más del doble, un 14,6%, debería mostrar, como poco, el mismo entusiasmo que Italia a la hora de buscar soluciones que no solo contengan la pérdida de ingresos, sino la desaceleración que está arrastrando la economía en el país.

De acuerdo con el banco norteamericano de inversión Goldman Sachs, mientras que el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Gobierno de España preveían crecimientos esperados en la línea del 1,5 % – 1,6 %, el efecto del coronavirus y su impacto en la economía podría provocar un ajuste que los reajustase nuevamente. Nuevos reajustes que situarían el crecimiento para la economía española en el 1,3%. Un crecimiento que muestra una más intensificada desaceleración económica, situando los crecimientos muy por debajo de lo esperado, en la línea de los crecimientos esperados para la media europea.

Sin embargo, en un escenario como el actual, ya ni las exportaciones pueden salvar la situación para el país. Si observamos los crecimientos, el 2019 cerraba con una tasa de crecimiento para el país del 2%. Esta tasa de crecimiento se registraba tras conocer ese mejor comportamiento de la economía española, de cara a su sector exterior. Sin embargo, con un escenario comercial totalmente bloqueado, el sector exterior y el superávit comercial no bastan para solventar la situación. Por ello, debemos comenzar a mover ficha, pues el tiempo corre en nuestra contra y los efectos del virus en la economía se propagan de forma más rápida que en la sociedad.


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