La gran mentira: despilfarrar para crecer
26 de abril de 2015
Por admin

Una de las falacias más extendidas en los platós de televisión y, a su vez, más desmontada por los economistas, es que la austeridad no es una virtud del buen gobernante, sino una carencia. Aseguran que, cuando el Gobierno gasta de más, hay más sueldos y contratos, lo que supuestamente estimula la actividad económica. Sin embargo, este efecto es muy limitado en la práctica. Por un lado, el sector público no es tan eficiente como el privado, y estas políticas acaban detrayendo recursos y áreas de trabajo a las empresas. Por el otro, tarde o temprano habrá que devolver la deuda, y entonces se dejarán de acometer inversiones necesarias, lo que dañará la economía.

El último en agarrarse a este clavo ardiendo del endeudamiento fue el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. «Si hubiéramos obligado a un ajuste muy duro (a las comunidades), ¿hubiéramos crecido como lo hacemos?» A mi juicio sí, y probablemente incluso más. En los últimos cuatro años (por tomar un periodo similar al ciclo electoral), las comunidades que menos se han endeudado han obtenido una ligera ventaja: cada 23 euros menos de deuda acumulada en el periodo 2010- 2014, han supuesto un euro más de crecimiento. Con un agravante: las regiones con más deuda tendrán que pagar este desfase más adelante, con lo que su crecimiento sí que se frenará entonces.

Los ejemplos más claros son las dos regiones más endeudadas y las dos que menos. Canarias y Madrid han adquirido obligaciones por valor de 5,3 y 5,7 puntos del PIB respectivamente. Ambas comunidades apenas han decrecido unas décimas en un periodo en el que España ha atravesado una de las peores recesiones. De hecho, sólo Baleares se ha salvado gracias al turismo extranjero, mientras que el conjunto del país ha sufrido una caída de la actividad económica del 2,55%, que se eleva al 4,41% en el caso de Castilla-La Mancha (que se ha endeudado por 18,4 puntos del PIB en estos años) y al 2,99% en el de la Comunidad Valenciana (con 17,9 puntos en nuevos pasivos).

Fuente: Vocento

El resto de los datos no tiene una interpretación fácil, lo que implica que existen más factores que influyen. Hay comunidades autónomas que asumen más obligaciones que la media y no sufren una recesión tan fuerte (Murcia) y otras a las que les va peor (Andalucía o Cataluña). También están las que se endeudan menos que la media y sufren pérdidas más elevadas de PIB (País Vasco, Galicia, La Rioja, Extremadura, Asturias, Castilla y León, Cantabria y Aragón). Por último, hay regiones que se resienten menos (Navarra).

Sin embargo, hay una conclusión que sí debe quedar clara: no hay ninguna correlación que demuestre que endeudarse más genere crecimiento. No la hubo en 2013, ni el año pasado, y tampoco existe ahora. Por tanto, no quedan excusas para generar deuda de forma irresponsable. Máxime, teniendo en cuenta que España (es decir, todos) asume buena parte de los intereses de las autonomías adictas al déficit. 

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