Solo se aprecia la importancia que la libertad tiene para ser feliz y realizarse como persona, cuando este derecho esencial está cercenado por un Gobierno. No ser libre para manifestar lo que cada uno piense es vivir en una cárcel ideológica, donde no asumir el pensamiento oficial conlleva la exclusión social por el poder. Los periodistas y demás difusores de noticias y opiniones son quienes están más afectados por la presión de los gobiernos y de los poderes fácticos.
La RSF define la libertad de prensa como “la posibilidad efectiva para los periodistas, como individuos y como colectivo, de seleccionar, producir y difundir informaciones, en aras del interés general, independientemente de las interferencias políticas, económicas, legales y sociales, y sin menoscabo para su seguridad física y mental”. A partir de esta definición, establece cinco contextos distintos. El ámbito POLÍTICO que evalúa el grado de apoyo y respeto a la autonomía de los medios frente a las presiones políticas ejercidas por el Estado. El MARCO LEGAL que valora la censura, el acceso a la información y la impunidad. El factor ECONÓMICO que revisa favoritismo en la concesión de la publicidad institucional y las presiones ante los propietarios de los medios. El contexto SOCIOCULTURAL que examina las cuestiones de género, clase, origen étnico o religión. La quinta área es la SEGURIDAD de los profesionales, que incluye los daños físicos, psicológicos, detenciones, torturas y muertes. Así, desde el pasado uno de enero han sido asesinados 8 periodistas y un colaborador de los medios. También han sido detenidos 536 periodistas y 22 colaboradores.
El ranking de hoy trata únicamente la puntuación global y la de seguridad. El país con mayor libertad de prensa es Noruega (95,18), que es también el tercero en la seguridad física de los periodistas. Irlanda (88,91) ostenta la segunda posición en ambos indicadores. Después va Dinamarca (89,48). Sorprende Suecia (88,15) porque siendo el cuarto país en la puntuación global es el 40 en la seguridad. La razón es una nueva legislación sueca que debilita el secreto de las fuentes. España (75,37) está situada en la posición 36 del índice global, que resulta baja dentro de la Unión Europea (UE), siendo peor su 55 lugar en la seguridad. Reino Unido (78,51) queda peor de lo que se esperaba por el proyecto de ley que amenaza el periodismo de investigación. Grecia (55,20) es la nación peor colocada dentro de la UE; sin duda ha tenido mucho que ver el escándalo por las escuchas a periodistas helenos.
Los países con menor libertad son Corea del Norte, China y Cuba, donde criticar en los medios a los gobiernos se puede pagar con la pérdida de derechos civiles, la cárcel o la muerte. Turquía es el país más próximo a Europa con peor clasificación, lo que no ayuda a que está nación sea admitida en la UE. Otros cuatro países poco recomendables para quienes peor lleven la tiranía informativa son: Rusia, India, Venezuela, Nicaragua y Marruecos. México destaca para mal, donde la violencia extrema de los cárteles y su frecuente connivencia con las autoridades locales siguen destruyendo a golpe de crímenes el periodismo. Por último, conviene destacar la posición 120 en seguridad de Estados Unidos, quizá motivada por el asesinato de un periodista en 2021 y otro en 2022, y el escaso apoyo legislativo que la Press Act ha recibido para mejorar la libertad de prensa.