La libertad económica marca la diferencia entre la España rica y la España pobre
8 de enero de 2016
Por admin

A nadie sorprende escuchar en medios de comunicación, debates y tertulias la clásica prédica sobre las maldades del libre mercado y de la ausencia de intervencionismo estatal. Ante semejante aserto, las mentes más críticas echan de menos una manera de contrastar semejante hipótesis contra la imparcialidad de los datos.

Desde hace algunos años, tal cosa resulta posible gracias al Think Tank Civismo, que elabora periódicamente un Informe sobre la Libertad Económica de las diferentes CCAA que componen el territorio patrio. Éste, como detallan los autores en su informe metodológico, mide el grado de regulación de los diferentes sectores de la economía y el peso del sector público en la misma.

El análisis del Índice de Libertad Económica que se desprende de dicho informe nos lleva a conclusiones que parecen poco consistentes con eldiscurso liberticida de la izquierda patria. En primer lugar, aquellas CCAA donde se goza de mayor Libertad Económica (como Madrid, Baleares o Navarra) tienen también asociadas las tasas de empleo más elevadas. Tampoco parece casual, atendiendo a los datos, que las regiones con más regulaciones estatales e intervencionismo registren los niveles de empleo más deteriorados.

Si ponemos en contraste el índice acuñado por Civismo con la renta bruta media anual de los hogares obtenemos resultados que tampoco dejan demasiado espacio para la duda: Aquellas comunidades con menos intervención pública son también las más ricas.

Es lógico pensar que un saqueo fiscal menos pronunciado y unos mercados más flexibles y libres de regulaciones den lugar a un entorno económico más favorable al florecimiento de negocios y actividad económica. Los datos, de nuevo, se ponen del lado de las comunidades más liberales: Las cifras más altas de empresas creadas en 2014 por cada 1.000 habitantes se dan en las comunidades donde la presencia del Estado se deja notar menos.

Los salarios tampoco son una excepción. Las comunidades autónomas tienen amplias competencias en lo que a presión fiscal sobre las rentas del trabajo se refiere y eso se deja notar en los lugares donde se instala el talento y los profesionales con alto valor añadido. Las regiones más libres en lo económico son también aquellas donde se pagan los mayores salarios.

El Informe de Civismo dibuja un escenario con dos Españas: la que tiende a respetar con mayor ahínco una economía libre y dinámica y la que vive instalada en la cultura del saqueo fiscal, el asistencialismo y las regulaciones asfixiantes. Los ciudadanos deberíamos tener claro qué modelo de economía queremos y avanzar en la dirección del progreso y la modernidad. La alternativa, a la luz de los datos, es bien conocida.

 

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