Un individuo cuyo trabajo es valorado con un sueldo de 2.641 euros al mes apenas percibe 1.345 euros netos.
Por Manuel Llamas
Los políticos defienden insistentemente las ventajas, beneficios y supuesta “gratuidad” del Estado del Bienestar, pero ¿cuánto cuesta a los españoles mantener este sistema? El gasto público (y la deuda) sale del dinero del contribuyente mediante el pago de impuestos, y la carga fiscal que soportan los españoles no es, precisamente, baja sino todo lo contrario. Así, según un estudio publicado esta semana por el think tank Civismo, el contribuyente medio en España trabaja un total de 124 días al año exclusivamente para el Estado, es decir, para cumplir con el pago de sus obligaciones tributarias. De este modo, el Día de la Liberación Fiscal en España aconteció el 4 de mayo. “A partir de entonces es cuando ya no trabajamos para Hacienda, sino que empezamos a generar dinero para nosotros mismos”, indica el informe. Un trabajador que gane el sueldo medio (24.400 euros brutos al año) estaría destinando 54 días al pagar el IRPF, 27 al IVA, 23 a la parte de la Seguridad Social que sale del salario bruto del empleado, 13 a los impuestos especiales y 7 a otros impuestos. En total, 124 días de trabajo (8.261 euros) se destinarían a pagar a la Administración Pública. De hecho, las dos últimas subidas de impuestos, el IVA por parte de Zapatero y el IRPF por parte de Rajoy, supondría otros cinco días de trabajo al año para pagar tributos, con un coste de 320 euros por empleado: 127 euros atribuibles a la subida del IRPF y 193 euros que se pueden achacar a la subida del IVA. Además, hay que tener en cuenta que desde 2007 los salarios están cayendo en tasas anuales superiores al 2%, por lo que la renta disponible después de pagar los impuestos habría descendido todavía más, según advierten estos expertos.
¿Qué parte del sueldo se lleva realmente Hacienda?
Sin embargo, el esfuerzo fiscal que realizan los españoles es mucho mayor si se tienen en cuenta las cotizaciones sociales, una partida que es sufragada casi íntegramente por la empresa. Así, por un lado, el 33,86% del sueldo medio en España se lo queda el Estado entre IRPF, IVA, las cotizaciones a la Seguridad Social que corren a cargo del trabajador, los Impuestos Especiales y otros impuestos. Pero, por otro, si se incluyen las cotizaciones sociales que paga la empresa, el trabajador, en realidad, aportaría al Estado el 49,1% de su nómina total, es decir, casi la mitad de lo que gana. Dicho de otro modo, un trabajador que gana 24.400 euros brutos al año, en realidad le cuesta a la empresa 31.696 euros (7.296 euros en cotizaciones, el 29,9% de su sueldo bruto), y tan sólo percibe 16.139 euros netos tras pagar impuestos (15.557 euros). Es decir, un individuo cuyo trabajo es valorado por el mercado a un precio de 2.641 euros al mes (coste laboral total) apenas percibe la mitad (1.345 euros netos). Las cantidades varían, lógicamente, en función de la renta y la posibilidad o no de aplicar desgravaciones fiscales según las condiciones específicas de cada contribuyente, pero el hecho clave es que, de media, Hacienda acapara casi la mitad del sueldo de los trabajadores. Los siguientes cuadros recogen el salario real del asalariado (coste laboral total) y lo que percibe de forma neta tras la mordida del Estado según diversos niveles de renta. Nómina de 1.000 euros Nómina de 1.800 euros Nómina de 2.750 euros Nómina de 15.000 euros