Estas semanas de reclusión domiciliaria propician que nos preguntemos si nuestros hospitales pueden cubrir la demanda de pacientes graves por el coronavirus. Es cierto que el posible colapso dependerá de la concentración de casos en poco tiempo. Sin embargo, una referencia útil para valorar la capacidad de acogida consiste en analizar la dotación de personas e infraestructuras sanitarias, y si equivale a la de los miembros de la UE más semejantes a España.
Ocurre en todos los países, pero con distinta intensidad, que los políticos prioricen el gasto según les convenga. Pueden preferir, por réditos electorales, destinar el presupuesto a la construcción de un polideportivo impresionante, antes que aumentar las unidades de cuidados intensivos (UCI) del hospital local. Sin embargo, cuando llega una emergencia sanitaria y las UCI están desbordadas, es cuando la gente se da cuenta de que el político se ha comportado de un modo irresponsable. Como decía Warren Buffett, “solo cuando baja la marea, se sabe quién nadaba desnudo”.
El informe Health at a Glance 2019, de la OCDE, compara los últimos datos de los indicadores clave relativos a la salud, referidos a la población de estos países. Conviene adelantar que las cifras no lo dicen todo. Hay otras variables, como la diseminación de sus habitantes, que suben los costes respecto a los de los territorios donde aquellos están más concentrados.
Las estimaciones actualizadas del informe apuntan que el gasto en salud alcanzará el 10,2% del PIB para 2030, frente al 8,8% en 2018. Esto plantea dificultades en cuanto a la sostenibilidad, especialmente porque en la mayoría de los países la sanidad se costea con fondos públicos. A ello se une el aumento de la demanda de estos servicios por el envejecimiento de la población. Para 2050, la proporción de personas con más de 80 años doblará la actual.
Seleccionemos los tres indicadores más significativos del citado informe. El primero es lo que supone el gasto sanitario en relación con el PIB de cada nación. Alemania va en cabeza, con un 11,23%. Le siguen Francia (11,18%) y Suecia (11,04%). Reino Unido ocupa el noveno puesto, España el 12 e Italia, el 13. Esta ratio de inversión es proporcional a nuestro PIB per cápita y otros datos macro. Respecto al número de médicos por cada 1.000 habitantes, destacan Grecia, con 6,1; Austria, con 5,2; Portugal, con 5, y Noruega, con 4,7. Sorprende que Reino Unido esté penúltimo, con tan solo 2,8.
En el tercer indicador, el número de camas hospitalarias por cada 1.000 habitantes, Alemania vuelve a liderar con 8, seguida de Austria con 7,37. Francia se sitúa en séptima posición, con 5,98; Italia, en la 19, con 3,18, y España, en la 20, con 2,97. Esta cifra tan baja resulta muy peligrosa ante una pandemia con una incidencia alta de contagiados graves.
Por último, los ingresos hospitalarios de adultos por las enfermedades más relacionadas con el covid-19 (EPOC y asma) son menores en España (210) que la media europea (236). Pese a tanto dato, no se deje dominar por la aprensión. Hay una receta infalible para evitar el contagio: ¡quedarse en casa