En medio de un panorama laboral ya de por sí complejo, con una tasa de paro juvenil líder en la OCDE y una tasa de paro general que compite por ser la más alta de Europa, los trabajadores fijos discontinuos sin actividad se encuentran en una situación particularmente compleja. Estos trabajadores, cuyos empleos dependen de la temporada o de una demanda fluctuante, se enfrentan a una incertidumbre constante sobre su estabilidad financiera y laboral, agravada por la falta de transparencia del Gobierno, más preocupado en adulterar datos sobre empleo que en afrontar la realidad de un mercado laboral poco productivo…