La idea de aumentar el gasto público de la UE, como propone Mario Draghi, genera enormes dudas sobre su efectividad, especialmente cuando el instrumento de financiación europeo, el Next Generation EU (NGEU), no está funcionando como se esperaba
Utilizar el dinero público, ya sea obtenido a través de impuestos o de deuda, para redistribuirlo a través de los gobiernos presenta elevados riesgos y contradicciones, especialmente cuando se compara con alternativas más orientadas hacia incrementos de eficiencia y productividad en el sector privado, como las rebajas fiscales y la promoción de inversiones directas por parte de las empresas…