De Usera a Goya hay doce paradas de metro, un pequeño paseo y 2,3 años. Es la diferencia entre la esperanza de vida de los niños del distrito del Sur y la de quienes crecen en las cercanías de la céntrica calle dedicada al pintor aragonés.
Más allá del dato en cuestión, basta con salir del metro en cada una de las dos paradas para palpar las diferencias. Son el Norte y el Sur de Madrid, el centro y la periferia. Desde el pasado domingo, también son PP y Ahora Madrid.
La ciudad ha quedado dividida en dos tras las elecciones municipales (al cierre de este artículo no están disponibles los resultados por barrios). En los distritos del norte Esperanza Aguirre ha sido la más votada, así como ocurrió en 2011 con Gallardón. En los del Sur, Ahora Madrid ha arrasado. En Arganzuela, un distrito que por número de habitantes sería la 47 ciudad de España después de Huelva, hace cuatro años los populares rozaron el 49% de los votos. Cuatro años después han caído al 31%. Incluso en el Centro, Ahora Madrid ha sacado este año más votos que el PP en 2011.
Un resultado que, además, ha borrado al PSOE del mapa de la capital. En las anteriores elecciones había resistido en Villa de Vallecas, histórico corazón de los movimientos sociales de la ciudad. Este año, sin embargo, ha caído hasta el 25% en esta zona.
¿Corrupción? ¿Malos candidatos? ¿Imagen de marca? Además de estos factores, los datos municipales públicos, puestos sobre un mapa, cuentan también otra historia.
El voto municipal cuenta dos ciudades. “Hay un eje claro que es el Noroeste/Sureste, pero además hay que introducir el eje centro/periferia”, comenta a este diario Jon Aguirre Such, arquitecto urbanista de la oficina de innovación urbana Paisaje Transversal. “La calle Atocha marca una barrera importante entre dos barrios tan cercanos como Letras y Lavapiés”.
Por un lado de la Torre Picasso, las Kio con la sede de Bankia -a pocos metros de los juzgados de plaza de Castilla donde han ido pasando los estafados por las preferentes- y un músculo financiero que espera el arranque de la operación Chamartín tras haber convertido a Madrid en la tercera metrópoli de Europa.
Por el otro, espacios como el Campo de La Cebada, que en el corazón de La Latina ha creado un punto de encuentro para los vecinos en el hueco dejado por el derribo de un polideportivo municipal, o los centros sociales donde se ha gestado el 15M.
Es por ello que Julio Pomés, presidente de Civismo, think-tank de corte liberal, habla a este diario de geovoto: “Pero el de Madrid ha sido un caso paradójico. Ha llevado a cabo una política de retener grandes rentas y capitales y ha conseguido atraer inversiones muy positivas para el desarrollo”, añade.
Sin embargo, la (probable) futura alcaldesa se ha llevado la mayoría de las papeletas en diez de los 21 distritos. En el Centro Sur, lamentan los vecinos cuyos testimonios este diario ha recogido en el vídeo que encabeza esta noticia, los efectos de este desarrollo no han llegado.
La información del portal de datos abiertos del Ayuntamiento indica que el presupuesto de inversiones municipales, entre 2012 y 2014, ha crecido un 18%. El mayor crecimiento lo han dado las áreas de Medio Ambiente y Urbanismo, pero en protección social han caído un 98%. De la acumulación de inversiones en este ámbito en el segundo año de legislatura, cinco de cada diez euros han sido dedicados a centros para personas mayores, tres de cada diez a las personas en desempleo y una de cada diez a las personas sin hogar.