TRAS sus respectivos discursos, Mario Vargas Llosa y Carlos Herrera respondieron a preguntas que, según explicó el director de Civismo, Julio Pomés, habían remitido antes del acto personas presentes en el público. En total, 49 cuestiones de las que Pomés sólo pudo formular cinco por ausencia de tiempo. Sin embargo, las preguntas de los asistentes tuvieron como prólogo una que el propio Herrera lanzó a Vargas Llosa. El comunicador quiso saber si el premio Nobel compartía que “la televisión política basura ha servido para que los profesionales del verbo fácil tengan preponderancia social”.
– “Es un tema difícil” –asumió el escritor peruano–. “Es muy importante la libertad de expresión, y la diversidad permite que haya programas que nos den asco. La única manera de combatir esto no es la censura, sino un público culto que lo rechace. Pero la cultura se ha convertido en divertimento y ya no cumple esa función. Nada divierte tanto como el escándalo y el amarillismo”.
Tras la contestación de Vargas Llosa, Pomés fue leyendo las preguntas que se reproducen a continuación:
¿Cuál es el mejor remedio contra el populismo, en su versión de izquierda rabiosa o nacionalista?
Carlos Herrera: “Constatar que todas las soluciones que propone el populismo se han demostrado inoperantes. Y hay que hacerlo sin el temor que algunos tienen a enfrentarse a corrientes de arraigo social para no correr el riesgo de convertirse en impopulares. Se ponen de perfil y no denuncian lo que algunos dicen o proponen. Esta cobardía mediática es corresponsable”.
Mario Vargas Llosa: “La participación es fundamental. El desencanto por los problemas que hay lleva a muchos a dar la espalda a la política y pensar que es despreciable. Quienes actúan con esa ceguera y esa irresponsabilidad contribuyen a que las cosas vayan mal. Abstenerse de votar es una de las peores equivocaciones que puede cometer un ciudadano. Hay que votar para que los malos no gobiernen, sino que lo hagan los mejores. Por otro lado, decir que todos los políticos son ladrones es una estupidez monumental. Una mentira flagrante. Por un político que roba hay centenares que no lo hacen”.
¿Cuando las cosas van mal, son más responsables los que no van votar?
Carlos Herrera: “La abstención es una forma de pereza o desentendimiento que invalida la reclamación posterior. El que no ha querido comprometerse después no está capacitado del todo para lamentarse. Hay que votar, aunque sea en blanco o de forma testimonial”.
Señor Herrera, usted dijo que la política saca lo peor de las personas. ¿Y el periodismo?