Soto comenzó por referirse a la situación que en estos momentos atraviesa el centro derecha de la política española: “Han de comenzar por crear un diálogo común y compartido por todas las fuerzas de la oposición, con el fin de presentar una posición firme”.
En este punto, hizo referencia al papel que podría desempeñar Ciudadanos. “Todavía no sabemos si este partido va a ser una pieza de caza mayor o menor. Quizá las elecciones catalanas sean un buen momento para valorar si han crecido o siguen manteniendo el tamaño que poseen ahora mismo”, explicó.
Mencionó también a Vox, la tercera fuerza política del Congreso, para aventurar que tal vez la formación de Santiago Abascal sea capaz de capitalizar ciertos votos que dejó huérfanos la deriva nacionalista, populista y comunista del socialismo en Cataluña, como sucedió con la sentencia del Supremo. “Mientras Ciudadanos llevaba partiéndose la cara en Cataluña desde 2006 por la Constitución, cada contenedor que ardía eran votos para Vox”, aseveró.
Además, Soto mostró “un cierto atisbo de esperanza” frente a la formación de este nuevo Gobierno, aduciendo que “si algo caracteriza a Sánchez es su radical pragmatismo: es radical hasta en eso”. En ese sentido, añadió que, quizá, el hecho de que todavía no haya formado Gobierno indique que ese acuerdo al que ha llegado con Podemos “lo cumplirá en la medida que lo crea conveniente, siempre y cuando le favorezca ser el inquilino preferente de La Moncloa el máximo tiempo posible, que parece ser su fin último”.
Sea como sea, el director de Civismo afirmó que el país se halla ante un cambio de régimen: “Este consiste en un proceso que no es de la noche a la mañana; debemos ser conscientes de que se trata de una transición”.