«Sin incertidumbre política, este año sería mejor que 2015»
17 de febrero de 2016
Por admin

El ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, no quiso ser ayer especialmente alarmista, pero tampoco dejó pasar la oportunidad para alertar, en varias ocasiones, de los riesgos que, en su opinión, vive el país ante la posibilidad de cambio político. “Si no hubiera incertidumbre política, este año sería mejor que el pasado, y eso a pesar de la inestabilidad global”, dijo el ministro en una sala de Civican llena de público y con representación de partidos (PP, UPN, PSN) e instituciones. De Guindos volvió ayer a Pamplona, invitado por el ‘think tank’ Civismo, y fue presentado por su director, Julio Pomés, y el eurodiputado del Partido Popular Pablo Zalba. “No vamos a una recesión global como en 2009, como dicen algunos agoreros, pero sí hay una desaceleración económica en Europa, cada vez más visible”, advirtió el ministro.

Crecimiento del 3%

Respecto a España, añadió que “no hay ningún indicador de economía real que señale que la economía de nuestro país se está desacelerando, aunque el entorno no es el ideal”. Añadió De Guindos que “perfectamente” este año se podrá crecer al 3%. “De hecho, el primer trimestre de 2016 será muy parecido al último de 2015, con un crecimiento del 0,8%”, apuntó. Pero, al mismo tiempo lanzó algunas alertas: “O continuamos creciendo a un ritmo del 3% o volvemos a la casilla de salida. Y creo que nadie con sentido común querría que volviéramos a ese punto de partida”.

Entre otras respuestas a las preguntas que planteó el público, el ministro en funciones dio algunas recetas de lo que se debe y no se debe hacer. A saber: no dar marcha atrás en las medidas ya aprobadas; revertir la reforma laboral sería un error, aunque sí se puede completar y mejorar; es un error defender que no se continúe con la privatización de Bankia… “Pero nada de lo que hay que hacer tiene que ver con lo que nosotros tuvimos que hacer”, apuntó, para añadir que las reformas que tocan abordar ahora son de “segunda generación”, comparadas con las que tomaron en el PP al llegar al poder.

Porque otro de los elementos que repitió en su discurso fue destacar lo positivo de sus políticas y de las del Gobierno del PP en estos años. “He sido ministro de un gobierno, del que estoy muy orgulloso, que se ha enfrentado a las circunstancias más complejas de la historia reciente de nuestro país, con la peor crisis financiera, peor crisis económica, peor crisis territorial…”, señaló. “La memoria es corta y selectiva y nadie se acuerda ya de cómo estábamos en 2012, con una contracción del crédito del 20%, con destrucción de empleo. Ahora la economía española crece por encima de la media y crea empleo”, dijo De Guindos, que fue presentado por Julio Pomés como “el ministro que pasará a la historia por evitar que España fuera rescatada”.

El ministro, en esta línea, dijo que “este país había hecho muchísimas cosas en estos años porque en 2012 éramos la gran amenaza de la economía mundial, por lo que algo habremos hecho bien”.

Corrupción “sangrante”

Pero también hubo espacio para la autocrítica, y eso que dijo que no era partidario de hacerla porque otros ya se encargaban de ello. Pero la corrupción merecía una excepción. Y la hizo. “Ha sido especialmente sangrante en un contexto de crisis económica. A los que más nos ha indignado y a los que más nos ha revuelto el estómago ha sido a los que a veces hemos tenido que sacar los esos casos a la luz”, señaló el ministro, y recordó que en el proceso de saneamiento de las cajas de ahorros, mandaron a la fiscalía 44 comportamientos que se consideraron irregulares. Pero, a pesar de que ha habido casos de corrupción “deleznables”, no cree que España sea un país estructuralmente corrupto. Aunque, también matizó que en algunos casos de corrupción “es difícil saber de cuándo venían”.

A pesar de reconocer la existencia de corrupción, mostró su preocupación por la descalificación absoluta de la clase política. “Es el paso previo a la descalificación de la democracia”, añadió. “No somos parte extraña del tejido de un país. Cometemos equivocaciones como otros, aunque la clase política tiene la obligación de ser ejemplar”, apuntó el conferenciante.

Preguntado por el Gobierno que puede ser posible, contestó que nadie sabe qué va a pasar. “Soy partidario de una gran coalición PP-Socialistas-Ciudadanos, presidida por Rajoy que es el que ha ganado las elecciones”, afirmó.

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