Es casi inevitable volver a la cuestión de las contradicciones que vemos en la vida pública. Mi favorita del curso pasado ocurrió cuando el entrenador del Barcelona (Martino) profirió sonadamente que le parecía una indecencia que el Real Madrid hubiera pagado 93 millones de euros por un jugador (Bale). Se olvidaba, ¿o lo tenían en la inopia y no sabía NADA?, que su Club acababa de pagar una suma prácticamente idéntica por otro jugador (Neymar).
En el terreno político-fiscal brota estos días otra perla: los portavoces españoles de izquierda que bramaban contra la inmoralidad de la amnistía pepera de Montoro («que vergüenza, favorecer a los defraudadores….») encuentran comprensible que el nuevo gobierno griego esté redactando una medida parecida. Parece ser que hay amnistías y amnistías y las de los helenos, ¿ por que son de izquierdas?, son decentes y las otras apestan. No menos chocante es leer un artículo de Le Monde en el que se comenta lo que ganan los parlamentarios europeos: los mejor pagados son los griegos (8.500 euros al mes más gastos de representación, superior a lo que perciben los alemanes o los franceses). Apabullante en momentos de vacas flacas griegas.
Pero mi contradicción favorita de este mes es el anuncio de los dirigentes del PSOE de con quien podían pactar en el futuro próximo. Me pasmó que César Luena hace días enunciara que podían pactar con todo el mundo menos con el PP. Se me pusieron los pelos de punta. ¿Con todo el mundo? Ahora lo matizan pero pobremente, lo pueden hacer «con todos menos con Bildu y con el PP». Equiparar en el rechazo a un partido que simpatiza con los terroristas de ETA con el PP ya resulta curioso pero implícitamente hay algo también llamativo. ¿Le resulta inconcebible a la dirección socialista pactar en cualquier circunstancia con el PP y no tendría empacho en hacerlo en mayo con agrupaciones que a fines de septiembre prometen estar proponiendo la separación de España? (el señor Junqueras dixit y el señor Mas también). La conclusión me rompe los esquemas. ¿Es tan apestoso para el futuro de España el PP y tan saludables o neutros esos dos grupos catalanes? No lo acabo de entender.
Asomándonos al exterior suma y sigue. Hace un año aproximadamente, la señora Merkel mostraba su indignación por que los servicios de inteligencia estadounidenses hubieran escuchado alguna de sus conversaciones telefónicas. Su berrinche era lógico, aunque tenía que haberlo sospechado. Sin embargo, se revela (en el Suddeutsche Zeitung alemán) que los servicios de inteligencia germanos han estado espiando a personalidades políticas francesas y a altos funcionarios de la Unión Europea. No eran tan puros los teutones.
Detengámonos en la señora Clinton, probable Presidente de los Estados Unidos en el 2017. Ha hecho cruzada del feminismo en su vida pública. Admirable. Con todo, se descubre ahora que uno de los mayores donantes de la Fundación que tiene con su marido era Arabia Saudí un régimen que tiene muy pocas lecciones que dar en el terreno de la equiparación de la mujer con el varón. Muy pocas.
Y terminemos con las fuerzas de paz. En el pasado, se ha denunciado esporádicamente que diversos cascos azules de la ONU habían cometido tropelías sexuales en los países en los que estaban destacados. Le llega el turno a Francia. La prensa gala indica que las fuerzas francesas destacadas en la República Centroafricana (operación Sangaris) han cometido execrables excesos. Unos doce o trece soldados habrían violado o abusado sexualmente de niños entre 9 y 13 años a cambio de comida. La contradicción entre la misión que les había sido encomendada (preservar la paz y evitar la barbarie) y su conducta es especialmente dolorosa.