Sin embargo, el problema es que muchos ciudadanos no tienen claro quiénes son los mejores políticos ni cómo se distribuyen los sueldos. Simplifiquemos el problema y veamos la nómina de los presidentes autonómicos y cuáles de ellos lograrán un mayor crecimiento económico en 2015, de acuerdo con las estimaciones de BBVA Research. En primer lugar, vemos que quienes cobran por encima de la mediana obtendrán un crecimiento del PIB dos décimas superior al resto, de media. Sin embargo, aquí desentonan los dirigentes catalán y vasco (primer y tercer presidente mejor retribuido, respectivamente) ya que, en las regiones que gobiernan, el PIB apenas crecerá un 1,8% el próximo año, en la cuarta peor posición del ranking del crecimiento.
En segundo lugar, nos encontramos con aquellos presidentes mejor pagados que la media, pero que a cambio obtienen mejores resultados: Madrid, Aragón, Extremadura, La Rioja, Canarias y Navarra. Todas estas comunidades crecerán más que la media española, entre un 2,2% y el 2,5% de Madrid. ¿Está bien invertido este dinero? Parece que sí, porque un gasto de apenas 34.000 euros más que la mediana, en el caso de Madrid podría reportar un crecimiento de la actividad de hasta 500 millones más de lo que hubiera logrado si alcanzara la media. En este caso, el gasto ha sido rentable.
En sentido contrario, rebajar estos gastos a veces trae malas consecuencias. De las nueve regiones cuyos presidentes cobran menos que la mediana, cinco tienen también Baleares, Andalucía y Comunidad Valenciana. Aunque es cierto que se puede confiar en la buena fortuna o en el sentido patriótico de los dirigentes, como sucede en los casos de Castilla-La Mancha, Murcia, Castilla y León o Galicia, también es posible que estos líderes no estén a la altura. A pesar de que en este tema no existen los datos inapelables, a veces es mejor pagar un poco más para evitar los riesgos.
Este mayor desembolso tiene dos ventajas. Cuando los sueldos están a la altura del sector privado son los mejores profesionales quienes compiten por ellos. Además, en el caso de que no rindan suficientemente bien, los ciudadanos podrán tener más legitimidad para reclamarles una mejor actuación, como se debería hacer en Cataluña y País Vasco. Si las regiones rezagadas crecieran al ritmo de la media, se habrían generado 840 millones de euros. Ahorrar en ciertas retribuciones puede ser perjudicial. Se puede estar ahuyentando a los más valiosos de la política, lo que conduce a que todos salgamos perdiendo.