La salida de Gran Bretaña de la Unión Europea es, sin duda, una mala noticia para todos. Sin embargo, en los últimos meses han surgido diversas voces en el continente que afirman que el brexit puede tener aspectos positivos. Se trata, por lo general, de personas o grupos que se definen como defensores de una integración europea más profunda o como federalistas, cuyo objetivo es conseguir unos Estados Unidos de Europa. En su opinión, Gran Bretaña ha sido más un pasivo que un activo para la Unión, por sus numerosas discrepancias con los partidarios de la cesión de mayores competencias a Bruselas y, por ello, tener fuera a los británicos podría ser mejor que tenerlos dentro.
Me parece un error. Si algo puede enseñarnos el brexit es que un gran número de europeos (en todos los países) no creen en la conveniencia de centralizar la mayor parte de las decisiones políticas que les afectan en los órganos de gobierno de la Unión, y prefieren que esta siga siendo una organización de estados independientes que han integrado sus economías y cooperan entre sí.
La Unión Europea es el proyecto de integración económica internacional más importante del último siglo. La creación de un mercado común con libertad de movimientos de bienes, servicios, personas y capitales es un éxito innegable, que ha permitido mejorar las condiciones de vida de cientos de millones de personas y garantizar la paz en un continente demasiado proclive a los enfrentamientos armados.
Pero la UE ha tenido menos acierto en otras estrategias, como el diseño de una política agraria común que viola algunos de los principios básicos de una economía de mercado, el intento de lograr una armonización fiscal que reduciría la autonomía de los Estados a la hora de establecer sus impuestos, o la construcción de una unión monetaria que no ha resistido bien las primeras dificultades a las que se ha enfrentado con motivo de la crisis de 2008.
En este contexto hay que reconocer a los británicos el mérito de haber frenado algunas iniciativas centralizadoras con poco sentido, y esto es algo que nos ha beneficiado a todos. Que en un momento determinado hayan decidido pegarse un tiro en un pie es algo bastante lamentable. Para ellos especialmente, pero también para nosotros.