Navarra ha perdido estos meses gran parte del escaso prestigio que le quedaba tras el cuatripartito. La entrega de la llave de la gobernabilidad a una formación que no ha condenado a ETA no ha pasado inadvertida. Por el contrario, los titulares críticos en las noticias nacionales referidas a Navarra han batido los registros de audiencia. Mientras Sánchez pedía al PP y C´s la abstención a su investidura, como gesto patriótico para no depender de los extremistas, Chivite ‘hacía caja’ en Navarra, al formar un Gobierno dependiente del nacionalismo radical. Por si hubiera alguna duda de la connivencia entre PSN y Bildu, la semana pasada la presidenta hizo el ‘pago aplazado’ de la alcaldía de Huarte a la formación que le ha permitido acceder al cargo. Las absurdas excusas del secretario de organización del PSN para justificar el soborno han empeorado la situación al provocar una repulsa impresionante en todos los medios. A este respecto resulta esclarecedora la tribuna de Rosa Díez La silla vacía de Huarte en el periódico Expansión el pasado jueves.
El impacto que ha causado Chivite al ponerse en manos de Bildu han sido demoledor para el prestigio de nuestra tierra, porque la mala fama desincentiva la actividad empresarial. La valoración de Navarra como lugar económico atractivo se va a perjudicar en los próximos meses. Nuestro Gobierno foral no es de fiar y la inseguridad que despierta va a pasar factura. ¿Va a reparar el PSN un ‘roto’ que, además, cada día es más grande? Cuando una compañía experimenta una crisis de reputación, sus directivos diseñan inmediatamente una estrategia que recupere el buen nombre de la marca. Si no lo hicieran, las ventas de sus productos descenderían, a la par que la cotización de sus acciones. ¿Tiene el Ejecutivo foral un plan de acción para adecentar su imagen y la de Navarra?
Es probable que el ‘palo fiscal’ del cuatripartito y el correspondiente éxodo de los mayores contribuyentes continúen. También, existe una lenta, pero permanente, deslocalización de empresas. Además, la crispación ante un sectarismo, que se prevé creciente, animará a que siga escapando mucho capital intelectual de los grandes profesionales. A los más creativos (y productivos) no les agrada trabajar bajo la presión nacionalista, porque les quita libertad. Por último, hay muchos particulares y compañías que estaban esperando el resultado de las elecciones para tomar la decisión de irse y que ahora se marcharán, junto a otros que tenían dudas. Señora presidenta, usted debe de hacer algo porque si no, a medio plazo, el daño será irreversible. En mi afán de ser constructivo, le sugiero tres acciones, que amortigüen sus errores, y que serán factibles tras el ofrecimiento de Navarra Suma de “lograr acuerdos por Navarra”.
La primera es que demuestre con hechos que quiere el AVE. Estar bien conectados con Madrid, la locomotora de España, es esencial para nuestro futuro, porque Navarra carece de población crítica para competir tecnológicamente. Una segunda iniciativa es dejar de penalizar a la segunda empresa en importancia económica de la Comunidad: la Universidad de Navarra. Le recuerdo que el anterior Ejecutivo se ensañó en su estreno con tres medidas que la perjudicaron. Debe hacer algo que repare el deterioro que se le hizo, para que siga generando empleo y ese prestigio como centro de excelencia, que tan bien nos viene. La tercera es que impida que se utilice el euskera para discriminar a los navarros que no lo hablen Recuerde que, si no actúa distinto a Bildu, se le identificará con ellos, deshonor que, si tiene ética, le llevará a renunciar.