Ranking: coste de la vivienda
19 de septiembre de 2023

La calidad de vida de muchas personas se resiente sensiblemente por el coste del alquiler o el de la hipoteca de su domicilio. A veces este pago reduce un 40%-50%, el dinero disponible para vivir. El precio de la vivienda en España se ha disparado un 5,3% en agosto, duplicando la inflación, alcanzando un 7% en las grandes ciudades.

La escasez de la oferta y la subida de los intereses de las hipotecas han obligado a que muchos desistan a la compra una vivienda, al no poder lograr su sueño dedicar el importe del arrendamiento al pago de la hipoteca.

Hace unos decenios la movilidad laboral era escasa y bastantes personas consideraban, como hipótesis más probable, que permanecerían toda la vida en el mismo lugar. Hoy no es así, porque la movilidad laboral obliga a la mudanza. Así, los norteamericanos cambian de media once veces de domicilio, siendo estos traslados interestatales en un 80% de los casos. Esa dinámica inclina al alquiler frente a la compra, especialmente en los jóvenes, a quienes un compromiso de una hipoteca a 20 años no les seduce, porque les fuerza a echar raíces, una intromisión que reduce su libertad.

Entre las personas de edad media, el alquiler ha cobrado fuerza cuando se trata de una residencia vacacional por el miedo a que los okupas se apoderen de su vivienda. Según datos del Consejo General del Poder Judicial, hay una denuncia de okupación ilegal por cada 1.553 viviendas, pero son más las usurpaciones, porque se prefiere abonar una fuerte cantidad al okupa y que se vaya. Es una vergüenza que haya políticos que saquen rédito electoral de las violaciones a la propiedad privada.

La vivienda afecta en gran medida a nuestro bienestar, razón por la que hoy mostraremos la relación que existe entre el esfuerzo económico que arroja la compra de una vivienda, medido como relación entre el precio de la casa y la renta, y el Índice de Calidad de Vida. Este indicador se calcula a través de la integración de seis variables: a) coste de vida y poder adquisitivo; b) asequibilidad de la vivienda; c) contaminación del agua y del aire; d) tasa de criminalidad; e) calidad del sistema sanitario; y f) tráfico y tiempo que supone para desplazamientos.

Los cinco países con mayor esfuerzo para adquirir una vivienda estuvieron tras el telón de acero. Destaca Hungría con 14,6 puntos, República Checa (14,0) y Eslovaquia (13,0). Las cuatro naciones en las que la compra de una vivienda es más asequible son Bélgica (6,4), Dinamarca y Países Bajos (6,7) y España (7,1). La conclusión es que, aunque los españoles nos quejemos mucho, nuestra puntación es la cuarta mejor dentro de los 25 países europeos que pertenecen a la OCDE. Esto no quita que haya grandes diferencias dentro de nuestras ciudades. Así, según Fotocasa, las CC.AA. en las que más cuesta adquirir una vivienda son Madrid y Baleares con 9,5 años de salario bruto, País Vasco (9,2) y Cataluña (8). Las que menos años requieren son Extremadura (3,8), Castilla La Mancha (3,9) y Murcia (4,3).

Respecto a la calidad de vida, no hay nada sorprendente: los países más ricos tienen mejor puntuación, destacando Luxemburgo y Países Bajos con 200,1 puntos, Dinamarca (190,6) y Finlandia (188,1). En el extremo opuesto se encuentran Grecia (128,9), Hungría (131,6), Polonia (139,6) e Italia (140,3), un país en cuya mala clasificación quizá influya su inestabilidad política. España ocupa el honroso lugar de la octava posición.

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