Las reflexiones sobre la riqueza, el comercio, el dinero o los impuestos son casi tan antiguas como la propia sociedad política. Pero la economía como ciencia autónoma nació nnucho más tarde, en el siglo XVIII, cuando se separó del conjunto de disciplinas que entonces formaban la denominada filosofía moral. Hoy la economía es una disciplina académica, bien asentada en el mundo universitario y quienes trabajan esta ciencia son, principalmente, profesores y expertos al servicio de instituciones como los bancos centrales o determinados organismos internacionales. Pero no eran así las cosas en los orígenes de esta disciplina. Los autores de algunas de las primeras obras de economía fueron, ciertamente, catedráticos de universidad, profesión a la que Adam Smith, por ejemplo, dedicó una parte de su vida. Pero, en otros casos, fueron hombres de negocios, que analizaron los problemas económicos desde el punto de vista de su propia práctica mercantil; como David Ricardo, un gran especialista en inversiones, que conocía perfectamente el mundo de las finanzas y el comercio. Y algún trabajo muy relevante de estos primeros tiempos fue, incluso, obra de un político profesional como Alexander Hamilton, cuyo Informe sobre las manufacturas comparte las características de un estudio técnico con las de un manifiesto político.
Esta serie de artículos, que hoy comienza, va a analizar veinte libros fundamentales de economía publicados en el largo período que transcurre desde el último cuarto del siglo XVIII hasta los años finales del XX. Pero el lector puede hacerse algunas preguntas ante la selección que vamos a ofrecerle. En primer lugar, dada la enorme literatura escrita a lo largo todo este tiempo, ¿son indiscutiblemente éstos los libros más relevantes? O, si existen desacuerdos entre los especialistas, ¿por qué se han elegido éstos y no otros? En el fondo, se trata de plantear la cuestión de por qué un libro de economía es importante. Y lo cierto es que hay razones muy diversas para ello.
Obras de economía matemática como Elementos de economía política pura de Leon Walras o Fundamnentos del análisis económico de Paul Samuelson constituyen, sin duda, hitos en la evolución del análisis teórico. Pero no es probable que la política económica del último siglo hubiera sido muy diferente sin ellos. En cambio, libros como Economía del Bienestar de A. C. Pigou o Historia monetaria de los Estados Unidos de Milton Friedman han condicionado en buena medida la política social y monetaria del último siglo, que, seguramente, habría sido bastante distinta si estos libros nunca hubieran sido publicados. En esta selección incluimos ambos tipos de obras; por considerar que, de no hacerlo, la visión de la evolución de la economía resultaría incompleta y sesgada.
Durante la mayor parte del período en el que se centra esta serie, la difusión de las ideas sobre cuestiones relacionadas con la economía tuvo como instrumento casi exclusivo la publicación de libros. En el siglo XX, sin embargo, las revistas académicas fueron ganando terreno poco a poco a los grandes tratados. Un artículo en una revista técnica tiene, al menos dos ventajas sobre un libro. En primer lugar, permite dar a conocer con mayor rapidez las nuevas ideas, que se ponen a disposición del conjunto de los economistas para su evaluación y debate. Y, además, los artículos suelen ser valorados por expertos antes de su aparición, lo que aumenta la confianza en set calidad. Naturalmente, se cometen errores; y hay casos muy conocidos de magníficos artículos que fueron rechazados por evaluadores sectarios o de cortas miras. Y, en estos trabajos, por otra parte, se echa a veces de menos la maduración de las ideas que exige la preparación de un libro. Pero no cabe duda de que, desde hace años, el desarrollo de la economía está estrechamente ligado a las revistas científicas. Con frecuencia, en nuestros días, algunos de los artículos más notables de un autor, en un campo concreto, se reelaboran y se acaban publicando en forma de libro. Y éste es el caso de las dos últimas obras que se presentan en esta serie: el libro de G. Becker sobre el Análisis económico del comportamiento humano y el de R. Coase sobre La empresa, el mercado y el derecho.
No pretendo que el lector que tenga la paciencia de seguir todos los artículos de esta serie llegue a conocer a fondo la evolución de la ciencia económica. Pero estoy seguro de que podrá obtener de ellos una idea global que le permita entender mejor no sólo cuáles fueron las ideas económicas del pasado, sino también las que dominan en nuestro mundo actual.