Herencia: regalo envenenado
31 de marzo de 2019

La plataforma Stop Sucesiones, que reúne a los afectados por este impuesto, daba a conocer el caso de un niño andaluz que, con diez años, está arruinado a causa de una vivienda que le legó su padre (y en la que, sin embargo, no ha podido entrar a vivir). Hacienda reclamó al pequeño, que en el momento del fallecimiento de su progenitor sólo contaba dos años, 31.000 euros. Al no ser capaz de abonarlos, la deuda ha ido creciendo, a cuenta de unos intereses desorbitados, y ahora, asciende casi al doble. El menor no puede tener nada a su nombre, y su futuro, a día de hoy, se halla hipotecado.

Una de las posibles soluciones a este tremendo problema pasaría por que se aplicara con retroactividad la bonificación del 99% de la cuota de este impuesto para los familiares directos que, en 2019, ha entrado vigor en su comunidad, Andalucía. Esta región es, junto a Cantabria, la única donde un soltero de 30 años que heredara bienes de su padre por un valor de 800.000 euros, de los que 200.000 correspondieran a la vivienda del fallecido, no tendría que pagar nada en concepto de Sucesiones. Una diferencia abismal si este mismo supuesto se produjera en Asturias. Allí, el heredero debería a Hacienda 103.135 euros, según el informe ‘Panorama de la Fiscalidad Autonómica y Foral 2019’ del REAF. Esta situación se complica cuando la mayor parte del patrimonio son bienes de difícil venta.

Vocento

Aunque quizás no tan dramática como la del niño andaluz, la situación a la que se enfrentaría este joven asturiano no resulta menos comprometida. Según la Encuesta anual de estructura salarial del INE, la ganancia media anual para los trabajadores de entre 25 y 34 años es en esa comunidad de unos 17.600 euros. Por tanto, en el hipotético caso de que este contribuyente dedicara su salario íntegramente a cumplir con este tributo, tendría que trabajar casi seis años para satisfacerlo. Dado que lo normal es que la nómina haya de cubrir otras necesidades, la liquidación del de Sucesiones se prolongaría más tiempo.

Tras Asturias, se sitúa Castilla y León, donde el legatario, con unas ganancias medias de 17.177 euros, tendría que trabajar casi un lustro para hacer frente a los más de 81.000 euros que adeudaría. Le siguen la Comunidad Valenciana y Aragón, en las que harían falta más de tres años para saldar, respectivamente, los casi 63.200 y 55.467 euros por esta figura. En Galicia, ésta es equivalente al sueldo de un año entero; en Cataluña, al de medio; y en Baleares, al de un tercio. En Murcia, Extremadura y Madrid, la factura rondaría los 1.500 euros, aunque las ganancias medias de las dos primeras comunidades respecto a la tercera son de casi 5.000 euros menos; y en Canarias, el importe resultaría testimonial, de unos 134 euros.

Heredar se convierte en una injusta cuestión de azar que discrimina a los españoles. Dependiendo del lugar de residencia, puede añadir un importante quebradero de cabeza al dolor de haber perdido a un ser querido. Qué impotencia pensar que ese niño andaluz, de haber nacido en otra región, o unos años más tarde, se habría ahorrado muchos problemas.

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