Con la economía mundial cabalgando una ola inflacionista como no se veía en décadas, y a escala doméstica con el inicio, el martes, de la campaña de la Renta de 2022, cobra de nuevo actualidad el concepto de la deflactación. Algo que en el caso concreto del IRPF consiste en la modificación de los tramos impositivos, de modo que el aumento de los salarios vinculados a la inflación no implique una mayor carga impositiva debido a tener que tributar en un tramo superior, y por tanto una pérdida de poder adquisitivo, lo que se conoce como ‘progresividad en frío’.
En este escenario, y coincidiendo con el acelerón inflacionista, crecieron las voces para que el Gobierno y las Comunidades Autónomas aplicaran una política de deflactación que, al final, se ha traducido bien en una negativa, bien en una aplicación en el caso de las regiones parcial y desigual en cuanto a su distribución geográfica.
Es lo que refleja un estudio de la Fundación Civismo, entidad que denuncia que ni el Estado ni las regiones han realizado este tipo de ajuste. «En el mejor de los casos, han rebajado los tipos a los que tributa algún tramo (especialmente los más bajos), pero manteniendo su extensión. Con ello, el aumento de las rentas en términos nominales ha provocado que haya un mayor porcentaje de ingresos sujetos a los tramos más elevados del IRPF, dando como resultado un incremento de la presión fiscal para prácticamente todos los ciudadanos», explican.
Aumento del 21,1%
El trabajo realiza una comparativa sobre lo que pagará un contribuyente en cada región española en base a distintos tipos de ingresos. Pone el ejemplo de un asalariado con un sueldo de 17.878,93 euros en 2020 que mantuviera su poder adquisitivo en 2022, elevándose hasta los 20.000 euros.
«En este ejemplo, el sueldo nominal se habría incrementado un 11,9%, pero la cuota del IRPF habría subido un 21,1%, como resultado de la mayor renta sujeta al segundo tramo del Impuesto y la menor proporción de sueldo exenta de tributación», explica la Fundación Civismo, que apunta a continuación las diferencias regionales. «En este caso, Andalucía ha adecuado totalmente el IRPF a la nueva situación, dando como resultado un ahorro de 6 euros a cada ciudadano en esta situación, seguida de La Rioja y Madrid, si bien ambas han tenido un aumento de ingresos derivado de la inflación (323 euros y 325 euros, respectivamente). En cambio, Aragón, Asturias Cataluña son las que más han incrementado la recaudación mediante la progresividad en frío: Aragón recauda 431 euros extra derivados de la inflación; Asturias, 403 euros; y Cataluña, 359 euros».
En el segundo caso, con un sueldo de 35.757,87 euros en 2020 que se actualizara hasta los 40.000 en 2022, el incremento sufriría un incremento de la cuota del IRPF del 17,5%. «De nuevo en este caso Andalucía es la región donde menos se ha notado esta subida impositiva en frío, si bien en este caso las diferencias son bastante menores«. Andalucía recaudará 426 euros más por contribuyente, seguida de Canarias (498) y Madrid (499). En el otro extremo, Extremadura, Cataluña (527 euros) y Aragón (523) son las regiones con mayor incremento.
Finalmente, en los tramos altos (un sueldo de 80.455,2 que se actualiza a a 90.000) el incremento de la cuota del IRPF sería del 15,9%. Por regiones, Madrid sería la de menor aumento (1.066 euros), seguida de Castilla-La Mancha (1.078) y Baleares (1.080). A su vez, Comunidad Valenciana sería la de mayor recaudación (1.127 euros), junto con Extremadura (1.124), y Cantabria (1.114).
«Se hacen evidentes las diferencias regionales, y las distintas políticas fiscales», se ha explicado este mediodía durante la presentación del estudio comparativo y de la «calculadora fiscal» que ofrece la Fundación Civismo y que permite a cualquier contribuyente calcular la cuota íntegra en base a su lugar de residencia y compararla con el resto de las CC.AA.
Desde el ‘think tank’ dedicado a promover los valores del liberalismo se ha denunciado precisamente respecto a la teórica deflactación que a pesar de que muchas regiones han presumido de «deflactar» el IRPF, «ninguna lo ha hecho realmente, porque no lo han hecho completamente». «Solo Andalucía ha llegado a anular totalmente el efecto de la actualización de los salarios con la inflación, aunque únicamente para los tramos más bajos de renta». A Andalucía le sigue Madrid.
Desde la fundación, de igual forma, se recuerda que el punto de partida de las distintas regiones ya era muy distinto -«el IRPF en Madrid era y sigue siendo sensiblemente inferior al de Andalucía y, sobre todo, al de Cataluña, Extremadura o Aragón»-, por lo que los últimos cambios, recuerdan, no han hecho más que ensanchar la ventaja fiscal de Madrid sobre la mayoría de las demás regiones.