Los obituarios de personas y personajes, anónimas y célebres, acostumbran a ser una colección de elogios que, al margen del mensaje concreto, certifican, en efecto, el fallecimiento de persona en cuestión. Sin embargo, las esquelas de conceptos, teorías y fenómenos son a menudo de diferente naturaleza. Por un lado, porque, lejos de elogiar, frecuentemente son bastante críticas con el difunto. Por otro, porque acostumbran a referirse a un ataúd, en realidad, vacío o en el que reside un cuerpo distinto del que anuncia la lápida. (seguir leyendo).
Informe: La evolución de las cargas para los generadores de empleo en España 2000–2025
Una cuña fiscal récord, costes laborales disparados, productividad estancada y salarios debilitados sitúan a España en el grupo de países que más gravan el trabajo, pero sin su renta ni competitividad. España se adentra en una espiral de presión laboral y fiscal sin...



