Ayer se presentó en la sede de Fundación Civismo el libro Greguerías liberales. La Fundación Civismo, a la que su director Albert Givernau definió como «la casa de las ideas del pensamiento liberal», acogió el acto.
La obra, escrita por Carlos Rodríguez Braun e ilustrada por Rafa Sañudo, fue descrita por Marcelino Elosua, fundador de LID Editorial, como «un libro breve, lleno de reflexiones sugerentes, de lectura ágil y que ya cuenta con una segunda edición».
Durante la presentación, Rodríguez Braun ha revelado que el origen del libro está en una experiencia infantil: «dibujaba fatal y tuve un profesor que, en vez de animarme, me desmotivó». Ese recuerdo lo compensó con su interés por las viñetas, motivo por el cual decidió contar con Sañudo para ilustrar la obra: «De ahí que el libro luzca tan bien acompañado de imágenes», señaló. Por su parte, el ilustrador ha confesado que siempre le atrajo Ramón Gómez de la Serna y que lo que más disfruta de su trabajo es precisamente el humor gráfico.
El autor ha explicado también la elección del género: «La greguería no es algo que haya perdurado, parecía un atrevimiento recuperarla. Pero lo cierto es que cualquier idea, incluso una compleja, puede resumirse en pocas palabras. Como decía Gómez de la Serna, la greguería es como una chispa del pensamiento: breve y directa».
En la parte final del acto, al responder preguntas del público sobre la situación de Argentina, Rodríguez Braun ha opinado que «los dirigentes argentinos han gobernado mal durante más de un siglo, y la gente decidió darle una oportunidad a Milei». Entre los errores mencionó la paralización de la inversión pública y el uso del tipo de cambio como freno a la inflación, y entre los aciertos destacó la apertura de ciertos mercados, como el de la vivienda en alquiler. «Con todo, Milei representa aún una esperanza para el país», concluyó.