Alianza Editorial, 152 pp. (2025).
Alberto Mingardi
El prolífico Alberto Mingardi, actual secretario de la Mont Pelerin Society, quien hace dos años presentara en Madrid su libro La verdad sobre el neoliberalismo (Ediciones Deusto) —y de quien pudimos leer, no ha mucho, un delicioso ensayo sobre la figura del “Tío Gilito” (Scrooge McDuck: Caricature or Manifesto of the American Capitalist?)—, nos brinda ahora un sucinto, mas indispensable, ensayo: Capitalismo: breve historia de una palabra (Alianza Editorial). En él, además de recorrer el origen y evolución del término, hace una firme defensa del capitalismo como concepto, del liberalismo económico y de la libertad de mercado.
La tesis central defendida por Mingardi, es que la acumulabilidad representa la principal característica del capital, ya sea físico o humano. Extremo que, por ejemplo, no se da en al factor tierra. De acuerdo con el autor, esta acumulatividad es la que permitió el crecimiento económico (que, recordémoslo, fue esencialmente plano durante muchas centurias), hasta ser sustituido por la innovación como factor motriz del capitalismo. Capitalismo que, según defiende profesora McCloskey —y también Mingardi—, en su más avanzado estado de desarrollo debería llamarse más propiamente innovacionismo. Mingardi deja así entrever su poca afinidad al término capitalismo del que ya afirma en la primera frase del libro que “es una palabra errónea: erróneamente pensada, erróneamente construida”. También merece atención su reflexión de que el socialismo es un proyecto, en tanto que el capitalismo es un proceso (y, por lo tanto, no es dirigido), así como su afirmación de que el capitalismo ha actuado —y lo continúa haciendo— como potente catalizador de la movilidad social.
En lo que se puede discrepar es en seguir atribuyendo la invención del término a Werner Sombart, pues, según ha demostrado —a mi modo de ver convincentemente— Michael Sonenscher en su Capitalism: The story behind the Word (2022), su uso se remonta, al menos, hasta mediados de los 1850, cuando Louis Blanc escribió “¡Viva el capital! Aplaudámoslo por mucho tiempo y sigamos atacando al capitalismo, su enemigo mortal, con aún más intensidad. ¡Viva la gallina de los huevos de oro y continuemos protegiéndola de quien pretenda destriparla!”. Bien es cierto que el libro de Sonenscher vio la luz casi a la vez que la versión original italiana del de Mingardi. Pero, quizás, no hubiera estado de más haber actualizado a este respecto la traducción española (sin que esta ausencia merme, insistimos, lo más mínimo el hilo argumental expuesto por nuestro autor).
“Tal vez” concluye el italiano, “el capitalismo no sea una mano invisible, sino un tamiz invisible que permite la supervivencia de unos proyectos y no la de otros. Pero no debido a una coyuntura predeterminadas, sino sobre la base de las preferencias y del gusto variable de los consumidores”. Principio que, evidentemente, se aplica también a los libros: habent sua fata libelli. Pues bien, en el invisible cedazo con el que tamiza sus lecturas quien suscribe estas líneas, el ensayo de Mingardi ha quedado rescatado, destacando sobre otros muchos textos de índole económica recientemente leídos.
Sobre Thomas Baumert
Profesor de Economía Aplicada, Estructura e Historia de la Universidad Complutense de Madrid. Premio Europeo Doctor en Economía por la Universidad Complutense de Madrid. Licenciado en Administración y Dirección de Empresas (ICADE y Universidad de Reutlingen, Alemania), Ciencias Políticas y Sociología (UNED) y cuenta con un Máster en Relaciones Internaciones (I.U. Ortega y Gasset). Ha realizado estudios complementarios en las universidades de Oxford, Harvard, George Washington y London School of Economics.