Blatter, el mandamás de la Fifa, dimitió sorpresivamente el martes a los pocos días de ser reelegido. Se especula con que sus abogados le han dado a entender que las detenciones de dirigentes de la Fifa bajo sospecha de soborno ocurridas en dias anteriores iban a la postre a salpicarle directamente porque alguno de los detenidos podía «cantar» comprometedoramente. La justicia suiza ha comenzado a investigar como se adjudicaron los Mundiales a Rusia y Qatar.
Dado que las autoridades helvéticas habían actuado a instancias de la justicia estadounidense, el ruso Putin, envuelto en la bandera de la guerra fría, no vaciló en salir a la palestra manifestando, todo un Presidente, que la acción contra la Fifa y los adláteres de Blatter era fruto de la campaña de Washington para acosar a Rusia privándole del próximo Mundial. El Presidente ruso ve la mano yanqui y de la Otan en cualquier acontecimiento internacional que no le guste o afecte a sus intereses. El cambio de gobierno de Ucrania fue un complot occidental para apartar a ese país de Rusia, las sanciones a Moscu son arbitrarias e imperialistas, en la bajada del precio del petróleo hay designios antirrusos y el ataque a la Fifa es una conspiración para dañar a Moscú. No importa que desde hace tiempo la institución futbolística sea harto sospechosa de corrupción generalizada, de opacidad, de sobornos gigantescos a sus capitostes etc…y que las voces acusadoras abarquen a gente tan diversa como Maradona, Romario(senador ahora en su país), Beckham y un amplio abanico de los periódicos serios del mundo.
El ruso, en plan victimista, ve desidias yanquis en todo lo que se mueve despreciando el hecho de que aunque en más de una ocasión los estadounidenses se regocijen, y mucho, con algún contratiempo ruso también hay que examinar si el contratiempo es fortuito o si el propio Putin( caso de las sanciones por la injerencia en Ucrania) ha realizado algo grosero para merecerlo. Recuerda el victimismo de un puñado de dirigentes catalanes. El Presidente del Barsa Bertomeu deja entender que el «acoso» judicial por el caso Neymar puede tener un trasfondo desestabilizador pero olvida contestar a una pregunta : ¿con trasfondo o sin trasfondo ocurrió la transgresión? ¿ Camuflaron ustedes las cifras exactas del fichaje bien para sacar pecho por lo económico que parecía o bien para pagar menos a Hacienda?
La última de Putin la cuenta Toni Barber en ‘Financial Times’. El dirigente ruso reescribe burdamente la historia ahora con la invasión soviética de Checoeslovaquia en 1968. Todo el mundo sabe que Rusia y varios de sus aliados comunistas sofocaron sin contemplaciones el intento de apertura que el checo Dubcek deseaba llevar a cabo en su país.Lo que se llamó «la primavera de Praga». Cuando cayó el muro de Berlin varios de los invasores, Hungría, Polonia, la propia Rusia…pidieron incluso disculpas por la intervención. Ahora, sin embargo, con todo descaro, llega la verdad según Putin: La invasión tuvo lugar para impedir un golpe de estado en Praga financiado y montado por la Otan, algo así como que había que proteger a los checos, que vivían en un paraiso comunista, para que no se despertaran con una democracia funesta occidentalizada. Es la conclusión de un elaborado programa de televisión emitido en Moscu en estos días con la bendición del Kremlim.
Barber señala que el programa y sus falacias han causado estupor y malestar en Chequia, Eslovaquia y otros países de la zona pero que eso deja a Putin indiferente. Su objetivo, su obsesión es convencer a los rusos, a sus compatriotas, de que hay una amenaza constante y seria contra Rusia orquestada por Estados Unidos y Occidente, que quieren sitiar a la gran Rusia para sofocarla. Para eso, todo vale.
Lo malo es que muchos rusos, como ocurre en cierta medida con un número no pequeño de catalanes cuando Mas propala la idea de que»España nos roba», creen al inefable Putin.