¿POR QUÉ LAS ELECCIONES DEL 23 DE FEBRERO SON CLAVES PARA LA UE?
El 23 de febrero de 2025 se celebrarán elecciones anticipadas en Alemania, en un principio previstas para el 23 de septiembre de este mismo año. Sin embargo, la anulación de la coalición tripartita entre el partido FDP, los Verdes y los socialdemócratas tras el cese de Olaf Scholz a su ministro de Finanzas y aliado político Christian Linder, provocó el descontento de la ciudadanía y la debacle del impopular gobierno alemán.
¿Por qué el gobierno de Scholz era insostenible?
Olaf Scholz, al mando del partido socialdemócrata alemán, ganó las elecciones en el año 2021 con el mayor número de escaños, pero sin obtener la mayoría absoluta; hecho que le obligó a pactar un gobierno de “coalición semáforo” (denominada así por los colores representativos de los partidos), con dos partidos más pequeños: los Verdes y los Demócratas Libres. A pesar de ser el partido que más veces ha estado en el gobierno, junto con el CDU/CSU, el partido histórico SPD se encuentra en descenso.
La fractura comenzó con la victoria del presidente estadounidense Donald Trump el 6 de noviembre de 2024, cuya postura americanista MAGA –Make America Great Again- , basada en el aislamiento y la ruptura de los acuerdos transatlánticos, choca frontalmente con las relaciones europeas y marca un punto de inflexión para sus relaciones mutuas. La frágil posición de una Alemania débil, con un sistema político fragmentado y abandonada (o incluso ignorada) por Estados Unidos, provocó la polarización de la sociedad hacia posiciones más extremistas y la exigencia de un cambio urgente.
Los cuatro candidatos principales a las elecciones del 23-F serán:
- El actual canciller Olaf Schloz, que vuelve a presentarse con los socialdemócratas (SPD).
- El líder conservador Friedrich Merz, representando a la Unión Demócrata Cristiana de Alemania (CDU/CSU).
- Alice Weidel se presenta con la formación ultra Alternativa para Alemania (AfD)
- Robert Habeck, actual vicecanciller y ministro de Economía, representa al partido de los Verdes.
¿Por qué es crucial lo que suceda en Alemania para Europa?
Alemania es una de las grandes potencias europeas, además de ser sede del Banco Central Europeo, es el país europeo más poblado de la UE y el que más aporta a su economía. Tiene un producto interior bruto de 4.306.410 millones de euros, que representan el 24,2 % del PIB total de la UE.
Es uno de los países fundadores de la CECA, posteriormente de la CEE y la Euratom, y junto con Francia, Italia y los países del BENELUX creó la primera cooperación europea que pone los cimientos para la creación de la posterior Unión Europea. El Tratado Constitutivo de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA) o Tratado de París fue firmado en 1951 por los seis Estados europeos, que aceptaron seguir la vía de la integración, y establecer las bases de un organismo internacional con una política comunitaria que conduciría a una «federación europea». El mercado común del carbón y del acero debía poner los cimientos para extenderse progresivamente a otros ámbitos económicos y llevar en último término a la construcción de una Europa política. Alemania es, por tanto, una pieza clave en el puzle que conforma la UE y un país determinante en la dirección y protagonismo que ostenta Occidente en el siglo XXI.
Después de la Segunda Guerra Mundial, se urgió en la necesidad de una reconciliación franco-alemana que garantizase la paz y evitase posteriores conflictos. Los Tratados fueron fruto del convencimiento de la necesidad de implicar a los Estados europeos en la construcción de un destino común, única vía que podía permitirles determinar su futuro, y que a día de hoy parece tambalearse. No es casualidad que, cuando se precisaba decidir una ubicación para el funcionamiento de las principales instituciones europeas, se decidiera ubicarlas en territorio de los seis Estados fundadores de la entonces Comunidad Económica Europea, germen del proyecto de integración europea.
A pesar de ser considerada una de las grandes potencias europeas y la sede del BCE, hemos podido observar el debilitamiento de Alemania en los últimos años, dado el transcurso de los acontecimientos, y el debilitamiento de los cimientos que sustentan la Unión Europea.
El panorama económico europeo, dirigido por el Banco Central Europeo desde Alemania, está siendo cuestionado, y el sentimiento social es de descontento. Además, se han puesto de manifiesto las dudas hacia la agenda para crear una Europa social, basada en políticas medioambientales y de promoción de la economía circular y digital. Dentro de esta situación convulsa, destacan también las posturas contra la migración, o la disputa de la imposición arancelaria en la eurozona por parte de los Estados Unidos. Las políticas reformistas necesarias para salvar la economía alemana y, al tiempo, hacer frente a los retos de seguridad y defensa de Europa, no cuentan con el apoyo popular en Alemania, factor que tendrá consecuencias directas en la Unión Europea.
Añadido a lo anterior, cabe recalcar que se ha producido un cambio drástico en la lista de prioridades de los votantes alemanes, que en las anteriores elecciones primaban la preocupación por el cambio climático, y en su lugar se han posicionado las políticas de migración y de seguridad, además de la economía como los temas más importantes para su decisión de voto.
A pesar de que la economía alemana cae por tercer año consecutivo, el canciller Olaf Scholz (SPD) y el ministro de Economía Robert Habeck (Los Verdes) se mantienen contrarios a emprender cambios efectivos en la política económica y energética, provocando que el rechazo popular vaya en aumento.
En las próximas elecciones al parlamento federal alemán, los ciudadanos alemanes decidirán si convierten al país en una carga para la UE o en un lugar próspero para la economía y los negocios (como lo fue a principios de siglo).
Alemania es el reflejo de Europa
El gobierno que surja de las elecciones al Bundestag pondrá el pistoletazo de salida a la posible postura que adoptará la UE en el futuro panorama global. Alemania es el reflejo de Europa y, por tanto, todos los ciudadanos europeos estarán pendientes de los que ocurra en las urnas el próximo domingo 23 de febrero.