Tres debates en la crisis financiera: especulación, agencias de rating e impuesto Tobin
Luis Linde, Economista del Estado y asesor del Banco de España, afirmó en Pamplona que la especulación financiera puede ser positiva, porque aporta liquidez a los mercados, aunque concedió que puede generar efectos muy perniciosos cuando se genera un efecto rebaño y se contagian las expectativas: yo compro porque tú vas a comprar y tú compras porque yo voy a comprar. En la conferencia Tres debates en la crisis financiera: especulación, agencias de rating e impuesto Tobin, que se enmarca en el ciclo ‘La economía también depende de ti’, Linde explicó que la especulación puede desestabilizar un país cuando es brutal y en un solo sentido, pero puede ser peor el remedio que la enfermedad. En este sentido, incidió en que la mejor forma de evitar la especulación contra una divisa es garantizar que el banco emisor de la moneda débil no la sostendrá, porque así el movimiento lleva a donde los especuladores quieren y termina. Por esto no ha habido especulación contra el euro, sentenció.
Aunque reconoció que sería factible gravar las posiciones en corto para evitar el efecto rebaño, como hizo Chile, el experto se declaró un firme detractor del impuesto Tobin. Esta idea indicó- fue concebida como una forma de frenar la especulación limitando las transacciones financieras, pero es inviable porque no se puede poner de acuerdo a todos los Gobiernos.
«La especulación puede ser positiva, porque aporta liquidez al mercado»
Luis Linde
Además, recalcó que a la propuesta ya no le queda nada de Tobin, sino que resulta tentadora por su potencial recaudador. En esta línea, tacho de infantil la idea de gravar las transacciones financieras para financiar la ayuda al desarrollo. En relación a las agencias de rating, Luis Linde explicó que se trata de un problema reciente, ya que muy pocos habían oído hablar de ellas hace diez años cuando llevan más de un siglo de existencia. El problema no es la calificación que puedan dar, sino que Basilea II introdujo la nota de las agencias de rating para valorar los activos de los bancos. Esto, en opinión del asesor del Banco de España, supone violentar su naturaleza. En este sentido, recordó que en 1984 un directivo de Standard & Poor’s se había definido como un editor de opiniones para los inversores: quien quiere las toma y a quien no quiere no se le obliga. Por esta razón, de acuerdo con Linde, las críticas a las agencias por no haber previsto la crisis mundial resultan injustificadas y apenas una anécdota en su largo historial. Además, en aquel momento nadie lo creía. Cuando Nouriel Roubini anticipó el estallido de la crisis en 2006, hubo carcajadas entre los economistas que estaban en la sala, rememoró. Siguiendo el razonamiento, criticó a quienes quieren eliminar las opiniones negativas cuando un país está en dificultades, porque eso supone eliminar un instrumento para los inversores.