Derogar la reforma laboral aprobada en 2012 por el Gobierno de Mariano Rajoy sería una mala noticia para el mercado laboral. Así lo ha subrayado la Fundación Civismo, que desvela en un informe este jueves que la ley de Rajoy ha evitado la pérdida de 1,5 millones de empleos.
La Fundación indica que antes de la reforma laboral del año 2012, la tasa promedio de paro en España, de acuerdo con la serie histórica, ascendía al 17%. «La rigidez del mercado de trabajo, sumada al escenario de crisis, estaba provocando una destrucción de puestos de trabajo imparable», según indica el informe de Civismo, firmado por Francisco Coll y José Francisco López.
Tras la implantación de la reforma, aseguran los autores, la flexibilidad que se introdujo, así como el pacto de moderación salarial de sindicatos y empresarios para el periodo 2012-2014, evitaron la pérdida, a largo plazo, de hasta 1,5 millones de empleos y un repunte de la tasa de paro de más de seis puntos.
Empleo temporal
De este modo, la economía española comenzó a crear empleo, aunque este fuera de menor calidad, al originarse un enorme desplazamiento desde la contratación indefinida a la temporal. «Ese sacrificio resultaba, no obstante, necesario, teniendo en cuenta que la mejor tasa de paro de nuestra historia democrática se cifraba en un 7,9%», asegura el informe.
Los autores aseguran que, debido al paro estructural de España, el país no se puede permitir «el menor ritmo en la creación de empleo que traería consigo la derogación de la reforma laboral».
Según el informe, el comportamiento de la economía española revela una mayor sensibilidad del empleo a las variaciones en el crecimiento. Así, cuando España crece crea empleo a un ritmo mayor, pero cuando su crecimiento es negativo, también destruye empleo a un mayor ritmo.
«Una tendencia especialmente peligrosa para el mercado de trabajo en un escenario como el actual, en el que la contracción interanual prevista se mueve en una horquilla entre el 6% y el «18%, advierten los autores.