The Heritage, su fundación, elabora un Índice sobre libertad económica con el Wall Street Journal muy consolidado. ¿Qué persiguen al publicarlo?
Cuando comenzamos a hacer el índice en 1995 nuestra meta era recordar a la gente lo que nosotros como conservadores en el sentido estadounidense (en el europeo el término sería clásico-liberal) creemos que son los fundamentos de la prosperidad, fundamentalmente en las democracias occidentales. Pensamos que esos valores debían ser promovidos y conocidos por el público porque creíamos que eran mejores si los contraponemos con los de los socialistas, que pensamos que no funcionaban. Empezamos a elaborar el índice justo después de la ’guerra fría’ y del colapso de la Unión Soviética, el gran experimento socialista de la historia que había fracasado. Y ciertamente había el consenso de que la economía de mercado occidental había triunfado.
Quizás una de las cosas que ustedes defienden con más rotundidad es pagar menos impuestos.
Así es. Hay grupos en Washington que están centrados en exclusiva en defender eso. Nosotros creemos más en la libertad económica y admitimos que hay que tener un Gobierno, que debe ser responsable del sistema judicial, la defensa del país, que se cumpla la ley… Y sabemos que todo eso cuesta dinero, pero con la experiencia que tengo en el Gobierno (trabajé 25 años en el servicio exterior de EE. UU.) sé que se desperdicia mucho dinero y que el Gobierno es el menos eficiente proveedor de servicios. Así que si no estamos de acuerdo en gastar tanto dinero tampoco lo estamos con muchos impuestos.
España ocupa el número 43 en el índice mundial de libertad económica. ¿Está el país donde tiene que estar?
Evaluamos a 178 países cada año. España, como Portugal, ha mejorado mucho estos últimos años. Ahora su puntuación es de 68,5, pero creemos que podría Ilegar a 70. Aún se nota que el país sufrió una dura crisis económica, pero va mejor. Francia, en cambio, sigue teniendo mucha burocracia (ocupa el número 75 de la lista, con 62,3 puntos). Estamos orgullosos en Estados Unidos, con Europa y Japón, de ser parte de Occidente y creemos que la OTAN y la Unión Europea han sido útiles para evitar otra gran guerra en Europa, pero por otro lado pensamos que hay países que con reformas generarían mejores resultados para su población. Por otro lado tanto Hong Kong, Singapur y Nueva Zelanda (los tres primeros de la lista), como Australia y Chile (quinto y séptimo) han hecho reformas y por ello tienen más libertad económica.
Los países escandinavos no están mal situados en la lista, pese a tener altos impuestos para pagar sus estados de bienestar. Por tanto, no es solo una cuestión de tasas impositivas.
No, en realidad depende de lo que hagas con esos impuestos y si el Gobierno es corrupto o no. En Dinamarca, donde las personas tienen confianza entre sí y hay mucha transparencia, no les importa que gran parte de su salario vaya a impuestos porque saben que al final eso les retornará en buena sanidad, educación, transporte público e infraestructuras. Ahí el dinero no se pierde en burocracia y esa es la diferencia. En la mayor parte del mundo eso no se puede decir.
Insisten ustedes en pedir reformas -en el caso de España ahondar en la laboral-, porque consideran que así se asegura la generación de más empleos. ¿No cree que la razón para que haya más puestos de trabajo es que la economía va mejor?
Nadie puede asegurar cómo se sale de un ciclo económico, pero hay que seguir haciendo reformas en los malos momentos porque cuando la economía se recupere seremos más competitivos y nos irá mejor. A la larga, si se han tomado malas decisiones el mercado acabará castigándolas.
Aun cuando las cosas van mejor se producen desigualdades que hay que corregir. ¿Cree que la libertad por sí sola garantiza que a todos les vaya bien? Habrá que apoyar de alguna manera a los más desfavorecidos.
Ese debate está desde el principio de los tiempos y que a algunos les vaya bien y a otros mal es consecuencia de muchas cosas. El buen trabajo, los hábitos, la disciplina, la toma de buenas decisiones, todo esto es bueno y beneficia a la sociedad en su conjunto. Hay que defender esos valores y por ello no hay que penalizar a quienes emprendan y creen empleo. El Gobierno no debe desincentivar a las fuentes de creación de puestos de trabajo. Sí, hay desigualdad, pobreza, pero las razones de que haya gente que se quede fuera no tienen que ver con una conspiración del capitalismo contra ellos sino que todo es más complicado: hogares rotos, no priorizar valores como el sacrificio, cosas de ese tipo.
¿Ve el futuro con optimismo?
Hay que ser honesto y huir del populismo. La vida es mejor por la globalización, la gente puede disfrutar de las innovaciones de otros, la educación es ahora más asequible. ¿Por qué entonces no ser optimista?
Heritage, Civismo y su visión sobre España y Aragón
La Fundación Heritage es un centro de investigación política estadounidense que tiene como misión formular y promover políticas basadas en los principios de libre empresa, gobierno limitado y libertad individua!. Desde 1995 elabora cada año el Indice de libertad económica, que publica el Wall Street Journal y que es referencia para quienes defienden una visión liberal de la política. En España, Heritage trabaja con Civismo, un ’think tank’ que preside Julio Pomés con un ideario parecido. Diego Sánchez de la Cruz, director de Civismo, acompañó a lames Roberts en la entrevista con este diario y aportó precisiones sobre la posición de España en el Índice, incluida la que tiene que ver con las consecuencias de la reforma laboral aprobada por el Gobierno de Mariano Rajoy: “Sin duda ha generado más empleo”. Sanchez de la Cruz destaca en nuestro país el caso de Madrid, que “hace 30 años era una rémora burocrática” y ahora destaca por su libertad económica. Para Aragón pide que sea “más eficiente con su estado de bienestar. No recortarlo, gestionarlo mejor”.