Brenda Pejovich es emprendedora, directora de inversiones y asesora de la Universidad de Texas. En una entrevista con El Economista, defiende que el Estado de Bienestar se opone a las oportunidades, puesto que la regulación ahoga las empresas y puede tener efectos perniciosos, por ejemplo, sobre el paro juvenil.
Pejovich asegura que este efecto se puede comprobar claramente en Estados Unidos, país organizado federalmente, en el que sus integrantes compiten también mediante sus legislaciones. Hay casos como el de Texas, donde se entiende que sin oportunidades no puede haber bienestar y otros, como California, donde no tienen tan claro ese hecho.
“Las estadísticas muestran cómo dos millones de californianos, en no pocos casos con muy alta cualificación, han emigrado recientemente y el destino elegido por muchos de ellos ha sido Texas. Eso se debe a las diferencias de competitividad entre ambos Estados; las mismas que pueden existir en Europa entre diferentes países”, afirma Pejovich.
En concreto, parece que en lo que falla California es precisamente en la legislación sobre el salario mínimo. En Estados Unidos, éste no puede ser inferior a un suelo que establece el Gobierno federal, pero sí que puede superar ese límite si los Estados así lo deciden. El salario mínimo californiano es mucho más alto que el texano y esto tiene un impacto directo sobre el paro juvenil. En el primer caso asciende al 20,2%; en el segundo no pasa del 13,5%.
Para España, Pejovich solo se limita a recomendar a las empresas “que velen para evitar que proliferen las trabas en el entorno en el que trabajan que les impiden contratar.
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