La inflación subyacente, en cambio, aumentó en enero tres décimas, hasta el 2,4%, la tasa más alta de la subyacente desde octubre de 2012. Este es el índice que los economistas y el Banco Central Europeo (BCE) toman como referencia «para analizar la tendencia inflacionaria asociada a factores estructurales», explica a LA RAZÓN Francisco Coll Morales, economista e investigador de la Fundación Civismo. Es decir, al extraer las partidas más volátiles, permite conocer si la inflación recogida será transitoria o estructural.
Informe: La evolución de las cargas para los generadores de empleo en España 2000–2025
Una cuña fiscal récord, costes laborales disparados, productividad estancada y salarios debilitados sitúan a España en el grupo de países que más gravan el trabajo, pero sin su renta ni competitividad. España se adentra en una espiral de presión laboral y fiscal sin...



