España es un país más capitalista que ayer pero menos que mañana. Así lo recoge el Índice de Libertad Económica, que mide hasta qué punto las economías de todo el planeta son de mercado o no y desgrana una clasificación anual editada por la fundación norteamericana Heritage y el diario «Wall Street Journal». El «think tank» Civismo presentó ayer los datos del último año que sitúan a España en el puesto 43 de los 178 paí- ses incluidos, lo que supone un salto de cinco puestos respecto a su posición el año pasado entre los países más capitalistas del planeta y prevé que mejore este año. El ranking analiza los derechos de propiedad, la corrupción, la presión fiscal, el gasto público, la libertad para hacer negocios y el marco laboral, monetario, comercial, financiero y de investigación para medir el grado de libertad económica de cada país.
Como describió el director de Civismo, Diego Sánchez de la Cruz, España aumentó su libertad económica por el mayor crecimiento económico y la reforma fiscal, pero continúa con una elevada corrupción, altos impuestos y gasto público que «lastran su potencial». España, según el índice, es un país «moderadamente libre», y entre el 0 y el 100, recibe una nota del 68,5, por encima del 60,7 mundial y en la gama media de las economías europeas: por debajo de Suiza (cuarto puesto), Reino Unido (décimo) y los países nórdicos pero por encima de Francia (puesto 75), Italia (86) y Grecia (138). El país que recibe la corona de economía más «libre» del mundo es Hong Kong seguido de Singapur y Nueva Zelanda, mientras que los «farolillos rojos» son Corea del Norte, Cuba y Venezuela.