Si le das más droga a un yonqui, puedes ayudarle a pasar el momento, pero se vuelve todavía más adicto. Lo mismo pasa con ciertas comunidades autónomas que no pueden ‘desengancharse’ del gasto público. En 2013, el Estado puso a disposición de éstas 12.558,1 millones de euros para pagar a sus proveedores, pero, aun así, su deuda creció en 800,6 millones en el transcurso del año. Con esos préstamos se pudieron hacer frente a vencimientos críticos, pero no resolvieron su situación de continua insolvencia.
Más en concreto, solo tres regiones aglutinan el 80% de los fondos de pago a proveedores (Cataluña, Comunidad Valenciana y Andalucía) y es en dos de ellas donde más ha crecido el volumen de facturas guardadas en el cajón. Andalucía debe 523,75 millones de euros más al cierre de 2013 que en el año anterior, mientras que la Comunidad Valenciana tiene 469,17millones más por pagar. Pero, pongamos la deuda en relación al nivel de gasto de cada región, lo que supone repartir las facturas pendientes entre su gasto autonómico y calcular el porcentaje que corresponde a cada una. En este sentido, un índice 100 supondría estar en la media nacional; 200, duplicarla y un número negativo, haber reducido el volumen de deuda. Con esta medición,Murcia se sitúa a la cabeza, con 1.140 puntos en el índice, seguida de la ya mencionada Comunidad Valenciana (628), Extremadura (486), Canarias (480), Baleares (407), Andalucía (392), Castilla-La Mancha (236), Cataluña (82) y Galicia (5).
El plan de pago a proveedores es un procedimiento del Estado para prestar dinero a las comunidades y ayuntamientos, a un tipo de interés preferente y con dos años de carencia con el fin de que puedan saldar las facturas comerciales ya contraídas. Con ello, las regiones recobran parte de su credibilidad y, las empresas, liquidez para sobrevivir, emprender nuevos proyectos y hacer rodar el ciclo económico.A estos efectos, en 2012 se destinaron 17.705 millones a las comunidades, 12.558 en 2013 y en 2014 tendrán otros 8.002 millones. Sin embargo, esto puede tener un efecto perverso: que algunos políticos se acostumbren a que otro pague sus deudas y mantengan una estructura insostenible. En este sentido, no es casualidad que todas las comunidades anteriores hayan recibido préstamos durante el pasado año, a excepción de Galicia.
En el caso contrario se encuentra, por ejemplo, Castilla y León, que recibió 2.020,2 millones para pagar a sus proveedores en 2012, sin haber vuelto a pedir esta ayuda en los dos años posteriores. De hecho, el año pasado redujo su pasivo en 206,27 millones (-458 puntos en el índice). Con todo, la líder en pagar a sus suministradores es Madrid, que les abonó 663,89 millones, de los cuales, solo 89,4 millones eran ayudas del Estado (-735 enteros). Finalmente, un nutrido grupo de regiones pudieron rebajar sus deudas sin tener que recurrir a fondos estatales: fueron Cantabria (-426 puntos), Asturias (-246), La Rioja (-118), Navarra (-14) y País Vasco (-13). En cambio, Aragón, aunque también rebajó sus deudas (37,8 millones, -152 enteros en el índice), contó con unas ayudas mayores que esa cifra para hacerlo.