La reforma de las pensiones se ha convertido en un eco en el ámbito político, social y mediático. Acercar la edad efectiva a la edad legal de jubilación, incentivar los planes de empresa o ligar su revalorización al IPC son algunas de las medidas por las que apuesta el actual Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
Sin embargo, hay otras propuestas. Los autores del informe Las pensiones en España. Una propuesta de reforma real y sostenible, elaborado por la Fundación Friedrich Naumann, la Fundación Civismo y el Instituto Juan de Mariana, plantean que el Estado incentive el ahorro personal para la jubilación. En concreto, la propuesta consiste en que el Estado dé 1.000 euros a todos los jóvenes que cumplan 18 años. Según los cálculos del documento, esta medida tendría un impacto presupuestario de unos 500 millones de euros anuales.
El objetivo de esta propuesta es que sea el Gobierno quien dé el primer empujón a los jóvenes para empezar a ahorrar de cara a la jubilación. “Cada español mayor de edad poseería una cuenta de largo plazo abierta a su nombre. La única decisión que tendría que tomar es en qué banco se deposita. Incluso, puede plantearse la opción de que la cuenta esté abierta en el ICO, para aquellos jóvenes que quieran poner todo su patrimonio bajo gestión en manos del Estado”, recogen los autores.
Además, plantean que esta cuenta tenga ventajas fiscales similares a los planes de pensiones y que se puedan acumular todo tipo de activos financieros. A lo largo del informe, se hace hincapié en la importancia para los ciudadanos de estar informados sobre sus cuentas. Por ello, sugieren que una vez al año, se recibiera una carta con información detallada sobre costes, patrimonio o revalorización.
¿Cuándo podría retirarse el dinero?
Lo que sugiere el documento es que los jóvenes ahorren a largo plazo con la vista puesta en la jubilación. Sin embargo, los autores dejan la puerta abierta a que el dinero se pueda retirar en algunos casos excepcionales. Ponen como ejemplo una situación de desempleo a partir de los 35 años o una enfermedad grave.
De lo contrario, “esta cuenta de ahorro a largo plazo solo podría recuperarse a partir de los 50-55”. La idea que quieren transmitir los impulsores de esta propuesta es “te bonifico fiscalmente si te comprometes a ahorrar realmente a largo plazo”.
La propuesta choca “frontalmente” con la modificación que ha planteado Seguridad Social para limitar las bonificaciones de los planes de pensiones, reconoce José Francisco López, economista y coautor del informe. Para López, “no tiene sentido penalizar el ahorro con un sistema insostenible”.
Los Presupuestos Generales del Estado incluyen una reducción significativa de las bonificaciones de los planes privados, en beneficio de los planes de empresa. El departamento que dirige José Luis Escrivá apuesta porque a través del trabajo se hagan aportaciones a un plan de empresa que complemente la pensión pública.
Los jóvenes no ahorran
Los autores consideran que la cuenta de ahorro a largo plazo sería una forma de fomentar el ahorro entre los jóvenes. En un reciente estudio de BBVA Research, se constataba que sólo 1 de cada 6 milenials (entre los 21 y los 41 años) había empezado a ahorrar para la jubilación.
Sin embargo, algo más de la mitad (53%) no confía en recibir una pensión pública cuando deje de trabajar. Por ello, el 76% considera necesario reformar las pensiones. ¿Hubieran empezado a ahorrar de haber recibido 1.000 euros a los 18?