En una conferencia organizada por el think tank Civismo, el máximo responsable de la marcha económica del país abogó por que se profundice en la recuperación iniciada en 2011 con reformas “de segunda generación”, ya que “el grueso del esfuerzo ya se ha hecho”, y, por tanto, sería un error “echar por la borda todo lo conseguido ahora que crecemos y creamos empleo. Si revertimos las reformas podríamos volver automáticamente a la casilla de salida, es decir, al borde de la intervención”.
En la línea de seguir apostando por las reformas, el ministro de Economía recordó que si un futuro Gobierno de España implementara políticas populistas encaminadas a aumentar “irresponsablemente” el gasto público, estaría “violando las reglas de la zona euro y entonces ésta pondría en marcha sus mecanismos de vigilancia y autodefensa”. Sin embargo, subrayó que no se puede confiar de manera “ingenua” en la eficacia de estos mecanismos ya que, “aunque funcionen a posteriori, no evitan que se tomen las decisiones equivocadas… Si no ponemos orden en nuestra propia casa, no esperemos que lo pongan los de fuera”, alertó durante la charla de Civismo.
Por tanto, De Guindos recomendó un cumplimiento estricto del déficit y convergencias de competitividad entre los países europeos. De hecho, el ministro apuntó que, ahora mismo, el mayor riesgo que existe para la prosperidad española es el riesgo político. “Crecemos al 3% pero una agenda populista no ayuda en lo más mínimo, ya que de una forma muy rápida y drástica generaría desconfianza”, afirmó.
A pesar de los datos que ponen de manifiesto la pujanza de España y su crecimiento por encima de la media, De Guindos reconoció en el acto organizado por Civismo que ésta todavía se encuentra “vulnerable” debido a su elevado endeudamiento y añadió que será necesario refinanciar buena parte de esas obligaciones, lo que se traduce en una mayor importancia del perfil de riesgo del país.
Repasando la actualidad política, lamentó los “casos de corrupción especialmente sangrantes, que nos indignan a todos y más en un contexto de crisis”. En esta línea, recordó que su gestión se ha centrado en “sanear todas las cajas de ahorros y enviar más de cuarenta comportamientos irregulares a la Fiscalía, incluyendo las tarjetas black”. De Guindos no se refirió a este escándalo, cuya factura cifró en 14 millones de euros, sino que además citó otros como el Catalunya Caixa, “la entidad que más dinero ha recibido de los contribuyentes y que además tenía una cartera hipotecaria de 6.000 millones de euros con una mora del 50%”.
Por último, el ministro de Economía confesó que, en su opinión, “el mejor escenario político para el próximo gobierno sería una gran coalición en la que estuvieran PP, PSOE y Ciudadanos, con Mariano Rajoy de presidente, tal y como arrojaron las elecciones. Ese gobierno tendría una agenda absolutamente pactada, incluso en puntos como la duración de la legislatura. Creo que sería la mejor solución para que se hicieran reformas que aseguren la prosperidad de España”.