Casi un 40 % de su sueldo para Hacienda y siéntase afortunado. Eso es lo que debería abonar a las arcas públicas un trabajador español medio, con un salario de 24.400 euros brutos al año. En total, serían 8.667 euros a pagar, lo que equivaldría a 130 días de salario, correspondiendo la mayor parte al impuesto de la renta (IRPF), que se lleva el 16 % de la suma citada (o su equivalente en días, 54). Casi otro 10 % corresponde al principal tributo sobre el consumo, el IVA (32 días), mientras que el 7 % se deriva de su aportación a la Seguridad Social (23). El resto viene por los tributos especiales (carburantes, alcohol y tabaco) y otros gravámenes. Restadas todas las cargas fiscales a ese español medio le quedaría el 61,3 % de su sueldo anual, según un informe del think tank Civismo, presentado ayer.
Informe: La evolución de las cargas para los generadores de empleo en España 2000–2025
Una cuña fiscal récord, costes laborales disparados, productividad estancada y salarios debilitados sitúan a España en el grupo de países que más gravan el trabajo, pero sin su renta ni competitividad. España se adentra en una espiral de presión laboral y fiscal sin...



