Tal vez, desde hace unos días, os sintáis más ligeros. Tal vez tengáis la sensación de que os habéis quitado un peso de encima. No, no es que la “operación bikini” haya hecho un rápido efecto, es que ya ha llegado el “Tax Freedom Day”, el día que dejamos de Día de la Liberación Fiscal ha caído en 10 de mayo, eso significa que casi un 40% del sueldo percibido va a parar a las arcas públicas en diversos conceptos. Este porcentaje puede ser incluso mayor, el cálculo ha sido realizado para un sueldo bruto de 24.400 euros anuales.
Es esta cantidad, 8.667 euros o, lo que es lo mismo, 130 días de salario, sería lo destinado a Hacienda. Esta cantidad se reparte en diferentes conceptos: el 16% sería el IRPF (54 días), otro 10% (32 días) al Impuesto del Valor Añadido, que grava en consumo, y, finalmente, el 7% acabaría en manos de la Seguridad Social (23 días).
Si comparamos estos datos con los del año pasado, podemos observar el incremento que se ha producido en la presión fiscal que soportamos pues, en 2012, el Día de la Liberación Fiscal llegó algo antes, casi una semana, concretamente el 4 de mayo. La principal diferencia provendría de la mano del IVA que, el años pasado, representaba 27 días de trabajo.
En lo que a impuestos especiales (carburantes, alcohol y tabaco) se refiere, el año pasado se dedicaban 13 días a su pago mientras que, en 2012, son 14, un solo día no parece mucho, pero corresponde a una subida del 7’7%. Si miramos el resto de impuestos (como los locales) el número de días utilizados para pagarlos se mantiene en 7 de un año para otro.
Si miramos a las comunidades autónomas, las que ostentan el dudoso honor de ser las que mayor presión fiscal imponen, tenemos a Cantabria, Cataluña y Castilla-La Mancha en cabeza mientras que, a la cola de la lista, se sitúan los afortunados ciudadanos que residen en País Vasco, Navarra y La Rioja.