La despoblación es una prioridad absoluta o, al menos, eso dicen desde muchos sectores. Con el cambio de gobierno, la provincia tiene el reto de conseguir que se mantenga en la agenda, en este caso de los socialistas, el compromiso con el freno a la despoblación.
La Universidad de Vigo está preparando una iniciativa basada en priorizar las zonas más despobladas, sobre todo en alta montaña, una propuesta puesta sobre la mesa por distintos expertos a través de este periódico hace una semana.
Algunas han perdido más del 70% de su población desde el ingreso en la Unión Europea en 1986. «Hay que hacer un doble proceso de selección: de nuevos pobladores y de ayuntamientos que reúnan unas determinadas características», explica Alberto Saco, sociólogo experto en demografía y profesor en el Campus.
1- CLASIFICAR CONCELLOS. El objetivo «prioritario» es poblar los lugares deshabitados, que cuentan con recursos en su entorno, para desarrollar una actividad económica centrada en la «pluriactividad», es decir, ganadería, agricultura, y recuperación de viviendas. «Esto estimulará la demanda del sector servicios e irá revitalizando cabeceras municipales y comarcales y, a la larga, de la ciudad. Para seleccionar a nuevos pobladores es necesario un proceso de formación y capacitación en aquellas actividades más útiles para la repoblación», explica Saco.
2- MEDIDAS FISCALES. Los economistas Luis Torras y Javier Santacruz, que acaban de elaborar su informe sobre despoblación en España, piden también actuar por fases y priorizar concellos. Abordan la «creación de zonas económicas especiales» a partir de los municipios, y aplicar medidas fiscales y regulatorias, empezando por las zonas «donde la despoblación es más acuciante». Proponen exenciones fiscales del 100% en el IRPF y de hasta el 50% en Impuesto de Sociedades. Y advierten: no solo para las actividades agrícolas, sino para todas las actividades, ya que los incentivos producirían «efecto arrastre».
3- EL DESAFÍO DE LA VIVIENDA. Aquí se plantea el primero de los desafíos: la necesidad de disponer de viviendas. «Los municipios interesados en recibir nuevos pobladores deberían disponer de viviendas para rehabilitar y habitar o facilitar el acuerdo con propietarios de la zona para la cesión de su propiedad a cambio de un proyecto de mejora con opción de compra por parte de los arrendatarios y deducciones fiscales en la contribución», subraya Saco. También sería necesaria la colaboración de los servicios técnicos municipales en cuestiones de construcción y urbanismo y la recepción de fondos comunitarios. Por otro lado, en las zonas periurbanas rurales sería conveniente «incentivar la residencia de los trabajadores que desempeñan su actividad en esos municipios pero residen en la capital o en las cabeceras comarcales», añade Saco. En ese sentido, trabajan en Coles, con un plan para combatir el feísmo en el entorno del Miño. «Estamos intentando mellorar os accesos e apostar pola rehabilitación das vivendas en ruínas», explica su regidor, Manuel Rodríguez. «Estamos gastando cartos para mellorar a estética dos núcleos, e queremos presentar un proxecto para Europa», añade Rodríguez, también poniendo el punto de mira en los fondos europeos. «Se as administracións somos as que abandonamos, mal vai a cousa», concluye. Saco cree que las ayudas en infraestructuras, legislaciones o campañas divulgativas son «complementarias», ya que considera primordial que todos los agentes sociales han de «ponerse de acuerdo» en el «objetivo estratégico común: frenar la despoblación». De lo contrario, mantiene, «no habrá resultados claros».
4-REPOBLACIÓN. Estas medidas no producirán, per se, la llegada de nuevos pobladores a donde más se necesita. «Es necesaria una política demográfica de repoblación en sentido estricto en zonas muy concretas para que tenga efectos generalizados en la población de la provincia y su distribución a medio y largo plazo», apunta el experto de la Universidad de Vigo.
5- ¿HACIA UNA CONCENTRACIÓN DE CONCELLOS? El especialista de la Universidade de Santiago de Compostela (USC) Carlos Ferrás Sexto apuesta por «crear centralidades e concentración da población», que pasaría por dotar de servicios públicos «potentes» y «excelentes» comunicaciones. «Hai que conectar o sistema educativo co produtivo e ter un novo mapa municipal eficiente». Ahí llega la palabra mágica y, en ocasiones, tabú: la concentración de concellos, que han comenzado a afrontar en otras provincias. Ferrás Sexto sigue esa línea, » a prol da eficiencia e o desenvolvemento «. La provincia de Ourense cuenta con 92 concellos donde residen 311.680 habitantes, un solo municipio de más de 100.000 habitantes; 68 concellos de menos de 2.000 (26% de la población) y 81 concellos de menos de 5.000 habitantes (37,2% de la población). Por ello, el profesor de Economía Aplicada del Campus Alberto Vaquero también ve «un importante problema en relación a la planta municipal». Pero los municipios pequeños se defienden, como hace Yolanda Jácome, alcaldesa de Parada de Sil: «É un disparate o de xuntar concellos. O aforro non é tan grande, un concello gaña e o outro morre definitivamente. No noso caso, se nos unísemos a Nogueira de Ramuín, os pequenos núcleos acabarían por desaparecer. Realmente preocuparíanse deles a 60 kilómetros de distancia?».