El think tank Civismo ha presentado hoy el informe del Día de la Liberación Fiscal, fecha en la que los ciudadanos han ahorrado suficiente dinero como para pagar todos sus impuestos. De acuerdo con este estudio anual, un ciudadano español con una renta media, tardaría 130 días en pagar todos sus impuestos, por lo que tendría que trabajar desde el 1 de enero hasta el 10 de mayo para el Estado.
En el informe se destaca que un trabajador destinaría 54 días al año a pagar el IRPF, 32 por el IVA, 23 por las cotizaciones a la Seguridad Social que salen de la nómina del trabajador, 14 para pagar los impuestos especiales y 7 más a otros impuestos. Julio Pomés, presidente del think tank, ha destacado que este año, el informe incluye un apartado donde se analiza el dinero que paga el empresario por cada trabajador. Un dinero que no aparece en la nómina y que si se incluyera, “el ciudadano medio estaría 183 días trabajando para mantener el Estado, más de medio año”.
De acuerdo con Pomés, el Día de la Liberación Fiscal y la Calculadora de Impuestos deben servir para que los políticos sean más responsables con el dinero público, que los contribuyentes sean conscientes de lo que cuesta mantener el Estado del Bienestar y estimular la competencia fiscal entre las distintas comunidades. En este sentido, la Jefe de Investigación, Cristina Berechet ha hecho hincapié en las diferencias entre las comunidades ascienden hasta a 12 días, por lo que los cántabros acaban pagando 782 euros más que los vascos. El mayor culpable de las diferencias es el IBI, que muchos ayuntamientos, como Santander, han subido para aumentar sus ingresos.
Además, Berechet ha destacado que “al contrario de lo que los políticos nos quieren hacer pensar, el dinero que paga la renta más alta por la Seguridad Social y el IRPF es sólo 8 puntos superior al dinero que paga un mileurista por los mismos tributos”.
Un dato revelador: la renta media española está gravada al mismo nivel que en Suecia o Finlandia con la única diferencia de que la renta de estos países casi duplica la española.
En este sentido, Pedro Schwartz, secretario de la Junta de Gobierno del think tank Civismo, también ha incidido en este aspecto: “El Día de la Liberación Fiscal en realidad debería celebrarse el 3 de julio. Los políticos son culpables de la oscuridad del sistema impositivo, no tanto de la carga. El 60% de la tributación sobre el trabajo está oculta y no aparece en la nómina. Si los trabajadores lo supieran se escandalizarían”.
Schwartz ha concluido refiriéndose a la virtud pública: “no quiero que me subvencionen, yo cargo con lo mío”. En una sociedad que reclama tantos valores, esta es una virtud que debería potenciarse.