Más de medio año o 185 días. Ése es el tiempo que los asalariados valencianos necesitan trabajar para pagar sus impuestos directos e indirectos y cotizaciones a la Seguridad Social. Según un estudio del Think Tank Civismo presentado ayer en Madrid, el 4 de julio sería el día la ‘liberación fiscal’ para los asalariados de la Comunitat, un concepto anglosajón con el que se señala en qué momento del año los trabajadores ya han generado suficientes ingresos para pagar todos sus impuestos y empiezan a disponer de recursos para sí mismos.
Se trata de un día más que la media de trabajadores en España, cuya liberación fiscal está fijada el 3 de julio, pero está por debajo de otras regiones como Castilla-La Mancha, Cantabria o Cataluña. Los ciudadanos de esta última región son los que soportan una mayor presión fiscal, ya que necesitan trabajar 188 días al año para atender el pago de impuestos.
Los valencianos necesitan generar ingresos un día más que la media por fundamentalmente a causa del impuesto sobre bienes inmuebles (IBI), el impuesto de Circulación y, en menor medida, por el IRPF.
Según los autores del estudio, un trabajador español con un sueldo medio de 24.400 brutos al año destinaría 102 días a pagar la cotizaciones a la Seguridad Social, 42 días a pagar el IRPF, 25 el IVA, 11 a impuestos especiales y 5 a otros impuestos. Son en total 184 días de su trabajo, o 15.988 euros, a pagar a la Administración.
El informe contabiliza, sin embargo, no sólo la renta bruta sino el coste total de trabajador para la empresa, al sumar también las cotizaciones del empresario a la Seguridad Social. Según Civismo, la mayoría de trabajadores «desconoce» que a los impuestos que ellos soportan hay que sumar lo que la empresa cotiza a la Seguridad Social.
Para el supuesto anterior sería el equivalente a 84 días de trabajo, 7.296 euros por encima del salario bruto, lo que significa que el coste laboral del trabajador para la empresa asciende en realidad a 31.696 euros, señala el informe. Los autores denuncian que las rentas del trabajo en España están «triplemente gravadas» con el impuesto sobre la renta, la Seguridad Social pagada por el trabajador y las cotizaciones sociales satisfechas por los empleadores. Al no aparecer en su totalidad en las nóminas, Civismo considera que el Estado «intenta disfrazar u ocultar» las cotizaciones a la Seguridad Social.
España es el país de la UE con las cotizaciones a la Seguridad Social más elevadas. Según la jefe de investigación, Cristina Berechet, si únicamente se considera el tipo de cotización que cubre la jubilación, «los trabajadores españoles y sus empresas son los que más cotizan a la Seguridad Social (28,3%), sólo por detrás de Italia y Portugal. En cambio, en Alemania y Suecia, las cotizaciones están entre 8 y 12 puntos por debajo del dato español».
Máximo histórico
Las subidas de impuestos de los últimos cuatro años sitúan el día de la liberación fiscal en máximos históricos, ya que las alzas fiscales habrían supuesto en total un coste de 9 días de trabajo y 747 euros por empleado. No obstante, los investigadores calculan que con la reforma anunciada por el Gobierno, el día de la liberación fiscal se adelantaría en 9 días, hasta el 24 de junio. Sin embargo, también critican que la reforma «apenas beneficia a los mileuristas».
A igualdad de renta, con circunstancias personales y hábitos de consumo parecidos, las diferencias entre una comunidad y otra pueden representar hasta nueve días de trabajo, principalmente por el IBI o el impuesto de circulación. Según el informe, las comunidades autónomas tienen suficientes instrumentos fiscales para modificar la carga fiscal soportada por los contribuyentes a través de impuestos autonómicos y municipales, pero durante la crisis han utilizado su capacidad de regular sobre determinados impuestos para subir el esfuerzo fiscal.