Un trabajador con un sueldo medio de 24.400 euros brutos al año dedica 184 días al año para poder cubrir sus obligaciones tributarias y empezar a generar ingresos para su propio disfrute, según el think tank Civismo. Concretamente, este trabajador necesitaría 102 días de trabajo para pagar las cotizaciones a la Seguridad Social, 41 días para el IRPF, 25 para hacer frente al IVA, 11 para cubrir los impuestos especiales y, finalmente, 5 días para afrontar el resto de tributos.
Con estas obligaciones fiscales por delante, Civismo indica que el día en que empezaría a generar ingresos para engrosar sus cuentas particulares sería el 3 de julio, el que llama el «Día de la Liberación Fiscal».
Jornada que no ha variado del 2013 al 2014, aunque las subidas de impuestos aprobadas en España durante los últimos cuatro años hacen que se sitúe en máximos históricos, 9 días y 747 euros de media más que en el 2010.
El análisis de Civismo refleja que el esfuerzo fiscal crece con el salario bruto, hasta el punto de que entre un mileurista y un trabajador acomodado la diferencia es de hasta 23 jornadas de trabajo. De este modo, este día de la liberación fiscal se sitúa en el 16 de junio para rentas de 15.500 euros, en el 26 de junio para las de 19.300 euros, en el 3 de julio para las de 24.400 euros, en el 9 de julio para las de 40.000 euros, pero retrocede al 7 de julio en el caso de los salarios de 100.000 euros, ya que las cotizaciones a la Seguridad Social tienen un tope máximo a partir de ingresos de 3.597 euros brutos al mes.